Miles de personas marcharon en las principales ciudades de Colombia contra medidas como aumentar impuestos a los ricos y reforma agraria que propone el presidente izquierdista Gustavo Petro, quien asumió el mes pasado. En Bogotá los manifestantes se movilizaron por las calles del centro y se concentraron en la Plaza de Bolívar, aledaña a la sede presidencial, bajo la consigna "¡Fuera Petro!".
"Prometió un cambio de política general (pero) se rodeo de políticos corruptos. Eso es engañar", dijo Orlando Novoa, propietario de una constructora de unos 30 empleados, que protestaba en la capital.
Petro devino el primer mandatario izquierdista de la historia de Colombia al conquistar a poco más de la mitad del electorado con una batería de reformas que pretende aumentar los impuestos a los ricos, frenar la exploración petrolera y una reforma agraria para repartir terrenos fértiles entre campesinos "sin tierra", entre otras.
Para sacar adelante estas iniciativas, Petro formó una coalición legislativa mayoritaria con el respaldo de varios partidos tradicionales. La protesta está impulsada por líderes y partidarios del partido derechista, Centro Democrático, de los ex presidentes Álvaro Uribe e Iván Duque.
La denominada "Gran marcha nacional" tiene programadas concentraciones en "más de 20 ciudades del país y también en varias ciudades de Estados Unidos, México, Panamá y Suiza", dijo a la agencia EFE el arquitecto Pierre Onzaga, uno de los gestores de la movilización — y también el promotor de “un millón de voces contra las FARC”, la multitudinaria marcha contra el secuestro en 2008— , quien anunció una segunda jornada para el próximo 24 de octubre.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, dijo que el Gobierno de Petro respeta la protesta y que "el orden público se mantendrá pacíficamente".
"La oposición convocó para hoy (lunes) una jornada nacional de protesta. Este Gobierno respetará el derecho que tienen todos los ciudadanos a la protesta social. Las expresiones de inconformidad siempre serán bienvenidas y escuchadas", manifestó Prada en Twitter.
Onzaga explicó que la protesta se debe a que la gente entiende que la reforma tributaria planteada por el Gobierno afectará a los más pobres.
Esa iniciativa, presentada por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo en agosto pasado, busca recaudar 25 billones de pesos anuales (unos 5.550 millones de dólares al cambio de hoy), dinero necesario, según el Gobierno, para reducir la deuda social.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, dijo que el Gobierno de Petro respeta la protesta y que "el orden público se mantendrá pacíficamente".
"La oposición convocó para hoy (lunes) una jornada nacional de protesta. Este Gobierno respetará el derecho que tienen todos los ciudadanos a la protesta social. Las expresiones de inconformidad siempre serán bienvenidas y escuchadas", manifestó Prada en Twitter.
Onzaga explicó que la protesta se debe a que la gente entiende que la reforma tributaria planteada por el Gobierno afectará a los más pobres. Esa iniciativa, presentada por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo en agosto pasado, busca recaudar 25 billones de pesos anuales (unos 5 mil 550 millones de dólares al cambio de hoy), dinero necesario, según el Gobierno, para reducir la deuda social.
"Le han dicho al país que esta reforma era para los 4 mil colombianos más ricos, pero parece ser para 48 millones de colombianos", comentó Onzaga, y agregó que "no se grava la canasta familiar, pero termina gravándose vía plástico y gasolina. Aquí lo que estamos diciendo es que encontramos varias cosas que se han vendido anunciando, pero en la práctica no se están dando".
"El país necesita un gerente, Petro es un político", aseveró Cristóbal Osorio, un estudiante de 16 años en Bogotá. Algunas más nutridas que otras, las manifestaciones recorrieron las calles de Medellín (noroeste), Cali (suroeste), Bucaramanga (noreste) y otras capitales con clamores variopintos.
La llegada de Petro al poder animó a indígenas y a otros campesinos a ocupar a la fuerza decenas de predios, en lo que se perfila como uno de los primeros conflictos sociales del inédito gobierno de izquierda, que ha rechazado estas invasiones.
Cientos se movilizaron en Cali vestidos de blanco y elevando carteles que decían "Respeto a la propiedad privada" o "(Petro) incita a delinquir antes que a producir".
En la capital una contraprotesta de decenas de jóvenes se movilizó en defensa del mandatario, quien militó por 12 años en el M-19, una guerrilla nacionalista de origen urbano que firmó la paz en 1990.
"Es un deshonor tener un presidente que fue guerrillero (...) ¡Me indigna!", lamentó en Bogotá Manuela Hernández, propietaria de una empresa de vestidos de baño.
El Congreso debate un proyecto de reforma tributaria presentado por el gobierno que aspira a gravar con más impuestos a las clases altas para financiar con nuevos recursos sus programas sociales contra la pobreza y la desigualdad. Su predecesor, el derechista Iván Duque, enfrentó masivas protestas en 2019, 2020 y 2021, encabezadas por jóvenes y sectores vulnerables.
Las más sangrientas ocurrieron el año pasado, cuando el entonces presidente intentó gravar a la clase media para hacer frente a los estragos de la pandemia, lo que desató violentas manifestaciones que se extendieron por dos meses y dejaron 46 muertos, entre civiles y policías, según la ONU.
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