Las autoridades de La Habana cancelaron las medidas de reapertura y dispusieron un retorno a las limitaciones de movilidad social en la capital ante el rápido aumento de nuevos casos de coronavirus en las últimas dos semanas, que amenazaba también con extenderse al resto de Cuba.
"El pronóstico indica que la situación está próxima a volverse incontrolable si no tomamos todas las medidas (...) La amenaza de seguir creciendo en contagios se acentúa cada día que pasa", insistió hoy en una comparecencia televisiva el ministro cubano de Salud, José Ángel Portal.
El sábado se informó oficialmente sobre 59 nuevos casos, una cifra que no se veía en Cuba desde que a mediados de junio se decretó un relajamiento de las restricciones gracias a un control de la pandemia. El número siguió una tendencia al alza en los últimos días y con ello se acumularon 2 mil 888 casos, incluidos 88 muertos, indicaron las autoridades sanitarias. Hay más de 300 casos activos.
“Desde el 21 de julio estamos viendo un número creciente de casos confirmados por día, lo que pone al país en una situación muy complicada”, dijo Portal, en una comparecencia televisiva. “Estamos en presencia de un nuevo brote epidémico de la enfermedad”, agregó.
La situación más comprometida se encuentra en las provincias occidentales del país, sobre todo en La Habana y Artemisa, adonde hay varios focos detectados y sobre los que se trabaja para controlar la transmisión. El resto del país, aunque con pocas restricciones, tiene una posición sanitaria menos difícil.
Aunque en la isla nunca se decretó el confinamiento obligatorio, entre hoy y el próximo lunes volverán a estar vigentes en la capital medidas como la paralización total del transporte público, el cierre de playas, piscinas y bares, y severas restricciones en el acceso y salida de La Habana.
"La salud humana es un bien público y todos tenemos la responsabilidad de protegerla. La población tiene que entender estas limitaciones y los sacrificios que conlleva, porque nada está por encima de la salud", subrayó Portal.
El 20 de julio, Cuba había logrado reportar cero casos de nuevo contagio de covid-19, pero desde mediados de junio y julio se abrieron paulatinamente las actividades y la movilidad.
La identificación y aislamiento de los confirmados y sus contactos, unido a estudios en comunidades vulnerables en busca de casos "escondidos" rindió frutos y detuvo la propagación del virus, al punto de que a mediados de junio todo el país, menos La Habana y la cercana Matanzas, comenzó el proceso gradual de reapertura en tres fases.
A lo largo de estas semanas era visible un incremento del tránsito, el regreso del transporte público e incluso la realización de fiestas familiares y apertura de bares. Los brotes de La Habana están relacionados con obras de construcción, y los sitos de ocio nocturno en su mayoría.
“El virus está entre nosotros, es muy contagioso y la mayor parte de la población sigue siendo susceptible de padecerla, lo que hace que la epidemia pueda crecer fácilmente en los lugares donde se dejan de cumplir las medidas establecidas para las diferentes fases”, agregó Portal.
Dado que La Habana presenta la mayor cantidad de casos y focos abiertos, el gobernador Luis Antonio Torres Iríbar indicó que desde este sábado se comenzó a limitar el acceso de entrada y salida de la capital y se cerraron lugares de concentración como algunos mercados, las playas y piscinas, los parques recreativos y otros de esparcimiento.
El presidente Miguel Díaz-Canel ya había llamado la atención recientemente sobre el incremento que "podría incluso" afectar el reinicio del curso escolar en septiembre y adelantó que tomarían las decisiones que hicieran falta para detener la expansión del virus.
"No nos va a temblar la mano" para detener y restablecer restricciones en las provincias si hiciera falta, ratificó hoy José Ángel Portal.
Los restaurantes y cafeterías de la ciudad solo ofertarán comida para llevar y se limitará el transporte público. Otras disposiciones se darán a conocer en las siguientes horas.
dmr