Cuba dio una nueva luz verde al trabajo privado, aumentando el control y evitando fugas de impuestos, mientras diseña el camino hacia la pequeña empresa, como parte de las reformas económicas en la isla socialista.
El diario oficial Granma dijo que la revisión fue necesaria porque "ha sido creciente, en un segmento de estas formas de gestión, la tendencia a la subdeclaración de ingresos, el incumplimiento de los pagos de las cuotas mensuales y la no declaración de todo el personal contratado, unido a la acumulación de deudas tributarias".
En agosto de 2017 las autoridades suspendieron temporalmente la concesión de nuevas licencias, hasta revisar toda la legislación, proceso que terminó con estos ajustes.
"No vamos a retroceder ni a detenernos, ni tampoco permitir estigmas y prejuicios hacia el sector no estatal, pero es imprescindible respetar las leyes, consolidar lo avanzado", dijo el entonces presidente Raúl Castro, quien fue sucedido el 19 de abril en el cargo por Miguel Díaz-Canel.
Lo nuevo
Pero la paralización por casi un año trajo desconcierto y temor a un retroceso.
"Yo creo que es una buena opción porque mucha gente se quedaron con el dinero, enganchados ahí, esperando que abrieran una licencia, invirtieron mucho dinero, muchos arrendadores, compraron locales, compraron casas, tenían el dinero ahí y de buenas a primeras les pararon eso", dijo a la AFP Eduardo García, un relojero privado de 33 años, con 12 de ellos en el oficio.
"Espero que esto sea buena noticia para ellos y para mucha gente más", añadió.
Los cambios están recogidos en 20 normas que publica la Gaceta Oficial, y en las cuales se reducen los 201 oficios aprobados a 123.
"No se elimina ninguna actividad, sino que se agrupan", dijo la viceministra del Trabajo Marta Feitó, citada por Granma, mientras que fueron aprobadas tres nuevas actividades: "servicio de bar y recreación, panadero dulcero, y arrendador de medios de transporte".
Los nuevos controles están dirigidos fundamentalmente a las actividades de restaurantes, renta de habitaciones, taxis y construcción y reparación de viviendas, que son las de mayor ganancia y empleo de mano de obra.
De tal manera, los propietarios de esos negocios tendrán que habilitar una cuenta bancaria donde se registren todas sus operaciones, pagar un impuesto del 5 por ciento por contratación de mano de obra y justificar la procedencia legal de sus insumos.
Una sola licencia
Uno de los problemas más combatidos por el gobierno de Miguel Díaz-Canel es el robo de combustible por empleados estatales y su venta a privados.
Dentro de 150 días, cuando entren en vigor las nuevas normas, los taxistas privados tendrán que justificar el consumo de combustible mediante una tarjeta a través de la cual se le vende a precios menores que en el mercado minorista.
"Lo veo como una medida positiva y de carácter importante, ya que nos ayuda a perfeccionar el trabajo de cierto modo ir acabando un poco con esta parte ilícita, en cuanto a las reagrupaciones de combustible, lubricantes y demás", dijo a la AFP Pablo Jauger un taxista de 47 años.
Otra limitación nueva es que sólo se otorgará una licencia por persona.
"Existen labores que por su naturaleza no pueden ejecutarse en el mismo espacio de tiempo", dijo la viceministra Feitó, y agregó "¿Cómo podría alguien asumir, paralelamente, el servicio de restaurante con el trabajo de manicura o lavador de autos?".
Esta determinación también está encaminada a evitar el enriquecimiento personal, según la política estatal prevista.
En la ruta de las Pyme
Tras el triunfo de la revolución y después de casi cuatro décadas de una economía mayoritariamente estatal, desde octubre de 2010, el entonces gobierno de Raúl Castro estimuló el trabajo privado, que pasó a emplear de 157.371 personas a 591.456 en mayo de este año, según cifras oficiales. Ello representa el 13 por ciento de los ocupados en la isla.
Según el fisco, los trabajadores privados solo aportan actualmente el 5 por ciento de sus recaudaciones, mientras las empresas estatales contribuyen con el 86 por ciento. El resto corresponde a campesinos y otros sectores.
Estas medidas ponen a Cuba en el camino de la aprobación de la pequeña y mediana empresa privadas, lo que podría quedar plasmado en la reforma constitucional en curso.
"La micro y pequeña empresa privada nacional ya ha sido reconocida políticamente como una necesidad. Legalizarla es una opción que hasta ahora no se ha tomado", escribió el economista cubano Pedro Monreal en su blog personal.
"¿Cuánto más habrá que esperar para que necesidad y opción se pongan en sincronía?", agregó.
jamj