Los cubanos votan una nueva Constitución que reafirma el destino comunista de la isla, en medio de fuertes amenazas de Estados Unidos y con los ojos en la crisis en Venezuela, el aliado más cercano.
"Los cubanos estamos votando por nuestra Constitución, estamos votando por América Latina y el Caribe, estamos votando también por Venezuela, estamos defendiendo a Venezuela, porque en Venezuela se está jugando la dignidad del continente", dijo el presidente, Miguel Díaz-Canel, tras depositar su voto.
Más de ocho millones de cubanos están convocados a un referendo constitucional que el gobierno ha convertido en un plebiscito sobre la vigencia "irrevocable" del socialismo.
Los más de 25 mil colegios electorales abrieron sus puertas a las 7 de la mañana en una jornada marcada por la calma. Los resultados se conocerán el lunes por la tarde.
Díaz-Canel aseguró que la Constitución será aprobada. "Hoy vamos a tener una victoria que va a ser nuestra, va a ser de América Latina y del Caribe y también una victoria para Venezuela, un apoyo importante a Venezuela", dijo.
La oportunidad de decir no
De cara al referendo, la oposición ilegal que apela generalmente a la abstención o a anular las boletas, esta vez convocó al "no".
"Es obvio que ese no rotundo va más allá del no a una Constitución, es un no a un régimen que busca perpetuarse en el poder", declaró el opositor José Daniel Ferrer.
Los electores deberán responder a una sola pregunta: "¿Ratifica usted la nueva Constitución de la República?, y tendrán dos casillas a marcar, "sí" o "no".
"Dos opciones: una que favorece al régimen y la otra que representa la única oportunidad que el pueblo ha tenido en años de decirle no", acotó Ferrer.
La nueva carta magna también recibió fuertes críticas de las iglesias católicas y evangélicas. Los obispos católicos objetaron la defensa a la "ideología única" en el texto.
En la era de Internet, más fácilmente accesible en la isla desde el despliegue en diciembre de la 3G, el sí y el no pulsearon por meses en las redes sociales.
Pero consignas como "YovotoNO", impulsadas por la oposición, nunca llegaron a su destino cuando fueron compartidas vía SMS, según pudo comprobar la AFP.
"No ha habido espacio para propaganda por el no, sólo para propaganda para el sí (...). El mensaje es que los que voten sí son los únicos patriotas", dijo Alzugaray.
En un país donde el voto es voluntario, el gobierno confía en el triunfo masivo del sí, que requiere el 50 por ciento+1 del padrón electoral.
La Constitución de 1976 fue aprobada por el 97.7 por ciento de los que votaron, y la reforma constitucional de 2002 para hacer "irrevocable" el socialismo obtuvo el 99.3 por ciengto.
En el hipotético caso de que gane el no, un escenario político sin precedentes en 60 años de revolución, continuaría vigente la Carta del 76 y el gobierno tendría que adecuar las normas para dar piso legal a las reformas en curso. Sobre todo a los emprendedores privados, cuyo sector representa el 13 por ciento de la fuerza laboral del país.
Alzugaray estimó que la nueva Constitución recibirá entre "70 y 80 por ciento" de los votos válidos: "La sociedad ha cambiado y ese cambio se va a reflejar en el voto".
jamj