En las primeras horas del día, La Paz, sede del gobierno, parecía retornar tibiamente a la normalidad, con la reactivación del comercio, la banca y servicio público de transporte, tras días de interrupción.
Pero en la tarde, las tensiones volvieron a estallar con violentos enfrentamientos entre partidarios de Morales y efectivos policiales y militares, que sacaron a las calles al menos una tanqueta.
Los choques se registraban a tres cuadras de la plaza Murillo, donde simultáneamente Áñez nombraba a su nuevo mando militar, constataron periodistas de la AFP.
Luego en una conferencia de prensa en el Palacio Quemado, la casa de gobierno, la dirigente reiteró que convocará a elecciones "en el plazo más breve posible".
Morales dijo este miércoles que estaba dispuesto a regresar para "pacificar" el país si los bolivianos se lo piden, en su primera conferencia de prensa desde el exilio, en la que reiteró que con su dimisión buscó detener la violencia en el país.
"Si mi pueblo pide, estamos dispuestos a volver (...) Vamos a volver tarde o temprano (...) mejor lo antes posible para pacificar Bolivia", afirmó.
Reposición constitucional
Después de semanas de protestas opositoras y choques que derivaron en la renuncia de Morales a la presidencia, la violencia ha recrudecido con el reclamo de quienes denuncian un "golpe de Estado" en su contra.
"No hay un golpe de Estado en Bolivia, hay una reposición constitucional", replicó Áñez, que asumió el cargo dos días después de la dimisión de Morales, quien había permanecido casi 14 años en el poder.
Con diez muertos y unos 400 heridos desde el inicio de las manifestaciones tras las elecciones del 20 de octubre en las que la oposición y una auditoría de la OEA señalaron "irregularidades", la pacificación se presenta como un reto inmediato para Áñez.
El Instituto de Investigaciones Forenses , que depende de la Fiscalía General, dijo en su último balance que 10 personas han muerto por la violencia política tras los comicios, la mayoría por armas de fuego. El anterior balance eran siete.
Áñez, que era segunda vicepresidenta del Senado , se proclamó presidenta interina el martes ante la renuncia de los que la antecedían en la línea sucesoria. Su posesión fue avalada por el Tribunal Constitucional de Bolivia , mientras que los jefes militares y policiales le declararon su lealtad.
Morales, nombrado el día después de su llegada a México "huésped distinguido" por la alcaldía de la capital, consideró la proclamación de Áñez la confirmación del "golpe" en su contra, denunciando un acto ilegal, pues no se realizó la sesión en la que el Legislativo acepta su renuncia según la Constitución.
Entre los que perpetraron el "golpe", Morales incluyó a la OEA: "La OEA es neogolpista para mí", dijo el dirigente, que reiteró su llamado a un diálogo nacional en el que podrían participar "países amigos", en una suerte de mediación entre las fuerzas políticas.
"Sin dialogo nacional estoy viendo que a va a ser difícil parar esta confrontación", señaló, y pidió a la policía y a las Fuerzas Armadas, que lo presionaron para que presentara su renuncia, a no "usar bala contra el pueblo".
Respeto y rechazo
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió "respeto" para Morales y lo consideró "un buen gobernante", acotando que su gobierno le otorgó asilo "porque estaba en peligro su vida".
Morales, cuya residencia en México se mantendrá en secreto por seguridad, "debe sentirse como en casa", dijo y agregó que el boliviano se hospeda en una vivienda "con la protección necesaria".
El gobierno venezolano de Nicolás Maduro rechazó la "parodia" de proclamación de Áñez, mientras que el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, avaló la investidura.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, defendió la proclamación de Áñez, como una manera "solución institucional que permita que haya un gobierno interino que prepare nuevas elecciones y evite un vacío de poder que puede tener consecuencias para todo el país".
Movilización
Las tensiones fueron trepando desde el mediodía, cuando bajó desde El Alto una columna de cientos de partidarios de Morales hacia La Paz. Allí se esperaba que la presidenta Áñez nombrara durante la jornada a los primeros miembros de su
gabinete ministerial
Seguidores de Morales realizaron manifestaciones en algunos de sus bastiones como El Alto y el Chapare, cuna política en el centro del país del ex mandatario boliviano.
Los seis sindicatos cocaleros del Chapare llamaron a partir de este miércoles "a nivel nacional, a una contundente movilización", según el líder sindical Andrónico Rodríguez, que denunció la proclamación "inconstitucional" de Áñez.
jamj