Un foro realizado en la sede de la OEA denunció el "ilegítimo" referendo previsto para el 24 de febrero sobre la nueva Constitución en Cuba, al considerarlo una "farsa" que sólo sirve para "enmascarar la dictadura" en la isla, afirmaciones que La Habana rechazó.
Bajo los auspicios del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, el organismo acogió la conferencia titulada "La nueva Constitución Cubana y la Carta Democrática Interamericana", destinada a evaluar si el texto aprobado por el Parlamento cubano en diciembre de 2018 contempla los elementos esenciales de ese documento.
Tanto la Secretaría General de la OEA, como los opositores cubanos y los expertos que participaron en el debate, coincidieron en que Cuba no respeta los principios democráticos que rigen a la OEA según la Carta adoptada en 2001.
Y enfatizaron que el próximo referendo del 24 de febrero solo contribuye a cimentar la "imagen falsa" creada por Cuba para la comunidad internacional usando el "lenguaje de las democracias", pero sin respetar su sentido.
La reforma constitucional "nace viciada de origen porque no nace del pueblo", "no está escrita ni acordada por representantes del pueblo libremente elegidos", sostuvo Almagro, en un mensaje leído por uno de sus asesores, Cristopher Hernández, quien dijo que un imprevisto había impedido la participación del secretario general.
Almagro llamó a visibilizar y generar conciencia "de la realidad de la dictadura más antigua del hemisferio", como "única forma de quebrar sus mentiras y la fachada que tratan de preservar al mundo, como la farsa de las elecciones o como la nueva Constitución política y el ilegítimo referendo constitucional sin garantías de derechos políticos y civiles".
La opositora cubana Rosa María Payá, hija del fallecido activista por los derechos humanos Oswaldo Payá, y promotora de la campaña Cuba Decide, también consideró el "teatro" del referendo como "una oportunidad para la acción" contra el sistema "ilegítimo" establecido tras la revolución de 1959 liderada por Fidel Castro.
"El 24 de febrero el pueblo cubano, con su rechazo a todo el proceso, tiene la oportunidad de demostrar que quiere un sistema democrático que no esta garantizado por el castrismo. Y el mundo tiene la oportunidad por primera vez en mucho tiempo de apoyar al pueblo cubano en su legítimo derecho de decidir su futuro", dijo la activista, que propone realizar "un 'Plebiscito Vinculante' para iniciar una transición a la democracia" en la isla.
Un ridículo espectáculo anticubano
El gobierno cubano criticó el foro en la OEA como "un ridículo espectáculo anticubano", y cuestionó a Almagro por reiterar "vulgares calumnias, mentiras y manipulaciones sobre Cuba".
"No reconocemos ni reconoceremos autoridad moral o legal alguna a la OEA, ni a ninguno de sus funcionarios y órganos subsidiarios que intenten singularizar a Cuba", dijo en una declaración Eugenio Martínez, director general de América Latina y el Caribe de la cancillería de Cuba.
Horas antes de la conferencia, Almagro había arremetido contra el gobierno de La Habana en Twitter.
"La dictadura cubana reprime, acosa y encarcela a la oposición, y luego reclamará legitimidad democrática para la farsa de su referéndum constitucional. Ya no engañan a nadie, son dictadores de la peor calaña", dijo al retuitear un mensaje del diario digital cubano 14ymedio que denunciaba el allanamiento por parte de la policía de la sede de la organización disidente Unión Patriótica Cubana por su campaña por el "No" al referendo.
El proyecto de la nueva Constitución cubana, que busca reemplazar a la vigente desde 1976, reconoce el papel del mercado, la propiedad privada y la inversión extranjera en la economía, pero sin renunciar al destino "comunista" y de partido "único" del país.
El gobierno de Miguel Díaz-Canel lidera una intensa campaña para que la ciudadanía vote a favor, mientras que la oposición llama al "No" en las redes sociales.
Almagro lanzó a principios de diciembre una ofensiva contra el "régimen cubano", al que consideró "la dictadura más antigua" de América, acusándola de "crímenes de lesa humanidad" y de exportar "violencia" a la región, en particular a Venezuela y Nicaragua.
Entonces, el secretario general de la OEA anunció una serie de conferencias para analizar la situación en Cuba, que el 1 de enero conmemoró 60 años de su revolución socialista.
En la reunión en la OEA participaron además la directora del Centro de Información Legal Cubalex, Laritza Diversent; el director ejecutivo de Transparencia Electoral América Latina, Leandro Querido; y el ex presidente del Comité Jurídico Interamericano, Jaime Aparicio.
Cuba fue suspendida de la OEA en 1962, en plena Guerra Fría, pero esa sanción fue levantada en 2009. Hasta ahora, La Habana no ha pedido su reincorporación al organismo regional de 35 miembros, para la cual debería suscribir la Carta Democrática Interamericana.
Diversent dijo que la OEA tiene "legitimidad" para aplicar la Carta porque Cuba nunca la denunció.
jamj