Las "tasas muy altas" de coronavirus entre indígenas del Escudo Guayanés, la zona del noreste del Amazona que incluye partes de Brasil y de Venezuela, Guyana, Surinam, la Guayana Francesa y áreas del sureste de Colombia, preocupan a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Sylvain Aldighieri, gerente de incidente para covid-19 de la OPS, aseguró sobre los desafíos que supone la pandemia en la población nativa de Latinoamérica.
Aclaró que la variable de etnicidad no siempre se incluye en los registros epidemiológicos, pero lo que se está observando es un impacto muy importante, una tasa de incidencia muy importante en zonas donde sabemos que hay una presencia mayor de comunidades indígenas, atribuido a una mayor vulnerabilidad de estos grupos por aspectos de pobreza, de barreras culturales y de acceso a los servicios de salud.
"No podemos decirlo todavía (sobre las variables genéticas). Pero lo que sabemos de otros agentes infecciosos es que las poblaciones indígenas están menos protegidas desde el punto de vista inmunológico para algunas enfermedades", dijo Aldighieri.
"El sarampión, por ejemplo, ha sido en los últimos cinco siglos uno de los patógenos que ha diezmado poblaciones indígenas en las Américas. Hace tres años hubo brotes de sarampión en comunidades nativas en Venezuela y el norte de Brasil. Pero además las poblaciones indígenas tienen una tasa alta de comorbilidades, como diabetes, y también una tasa más alta de mortalidad materna e infantil. Entonces son poblaciones muy susceptibles a un choque infeccioso", aclaró.
Aldighieri señaló que los territorios fronterizos de Brasil con otros países de la parte norte del Amazonas presentan una de las tasas de incidencia más altas de covid-19. Según reportes de vecinos de los estados brasileños de Amazonas, Roraima y Amapá, como Guyana Francesa y Surinam, hay conglomerados de casos en comunidades indígenas como hace un mes habíamos detectado en la triple frontera entre Brasil, Perú y Colombia.
Dijo que la tendencia en el Escudo Guayanés, con tasas muy altas en poblaciones del interior, es un tema central hoy. Tratándose de un manejo complejo, no únicamente por aspectos geográficos, sino también por las migraciones relacionadas con la industria ilegal del oro. Mencionó que todo movimiento no monitoreado de personas en los focos de transmisión puede ser perjudicial para la salud de comunidades indígenas aisladas que se encuentran en zonas auríferas.
Aldighieri añadió que la malaria es un problema adicional tras no poder implementar de manera programada actividades de control de la enfermedad, creando otro riesgo y otra complejidad, con una posible reemergencia en lugares donde la malaria había sido controlada en los últimos años, incluyendo en poblaciones indígenas.
Destacó que en la OPS les ha llamado la atenciónla muy buena vigilancia que el gobierno de Ecuador está implementando en poblaciones amazónicas, con el diálogo eficiente que las autoridades locales han mantenido con grupos indígenas para tomar medidas de prevención y poder movilizar el cuerpo médico. El ejemplo en el Oriente ecuatoriano, dijo, ha sido muy interesante.
Sobre las regiones indígenas no amazónicas, Aldighieri, aclaró que desconocen información detallada sobre México, Centroamérica y el Cono Sur.
"Sin embargo, no podemos descartar que existan los mismos factores de riesgo. Sin embargo, ahora los problemas agudos están más en pobladores de tierras bajas de la Amazonía. La pandemia está en pleno curso. Se inició en zonas costeras y grandes ciudades, como Guayaquil, y estamos observando un desplazamiento hacia el altiplano. Un motivo de preocupación es que la gripe estacional puede complicar mucho el manejo del covid-19".
Finalizó que los indígenas son más propensos. "Si miramos la historia de los últimos cinco siglos, sí, lastimosamente. La gripe, como el sarampión, han sido factores muy importantes que han impactado en la demografía de los pueblos nativos del continente".
dmr