Durante tres años los padres de Solsiret Rodríguez acudieron a la policía peruana a rogarle que investigara la desaparición de su hija universitaria y activista contra la violencia de género, pero nadie les prestó atención hasta que su cadáver mutilado fue hallado en una casa de Lima.
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Cinco mujeres desaparecen cada día en Perú, según cifras oficiales, pero las autoridades no destinan muchas energías a esclarecer estos casos, según testimonios de familiares y activistas.
Según ellos, las autoridades no se molestan en investigar ya que creen que éstas se marcharon de forma voluntaria, sin prestar atención a que el país tiene altas cifras de feminicidios y diversas redes de trata de personas.
“Las desapariciones de mujeres revisten una preocupación. Este mes tenemos 90 mujeres reportadas como desaparecidas. Es una cifra alarmante”, dijo Eliana Revollar, responsable de Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo.
En enero fueron denunciadas las desapariciones de 158 mujeres en el país, cinco al día en promedio. En 2019 hubo 166 feminicidios en Perú y una décima parte de ellos fueron catalogados como desapariciones en un primer momento.
“El cristal patriarcal con el que nos miran los operadores de justicia nos está matando”, escribió ayer la ex legisladora izquierdista Marisa Glave en el diario La República, al comentar las fallas en las investigaciones de la desaparición de la universitaria.
“Este sistema machista que protege, encubre y encarpeta expedientes tiene que terminar”, dijo por su parte la ministra de la Mujer, Gloria Montenegro.
El ministro del Interior, Carlos Morán, pidió disculpas “en nombre del Estado” a la familia de Solsiret Rodríguez, desaparecida el 23 de agosto de 2016 y cuyo cuerpo fue hallado hace tres días.
Morán dijo que fallaron “desde el suboficial hasta el ministro” en estas pesquisas y ordenó “una investigación exhaustiva” contra todos los policías asignados al caso a lo largo de tres años.
En tanto, la fiscalía abrió un expediente a dos fiscales que estuvieron a cargo del caso sin conseguir ningún avance.
Además de las víctimas de feminicidios, hay en Perú otras mujeres, sobre todo pobres, que caen en redes de trata de personas con fines de explotación sexual, principalmente en las zonas selváticas.
En 2016 la desaparición de Solsiret fue llevada al Congreso peruano por la legisladora Indira Huilca, algo que raramente ocurre, pero eso tampoco ayudó a su esclarecimiento.
Convocado a dar explicaciones, el entonces ministro del Interior, Carlos Basombrío, repitió el informe de la policía: la estudiante se había marchado a una playa con una amiga. Ahora se sabe que la prueba presentada por los agentes eran viejas fotos de Facebook.
La pesquisa avanzó cuando llegó a manos de un tercer fiscal, Jimmy Mansilla, y hace tres días fueron halladas partes del cuerpo mutilado de Solsiret, incluida la cabeza, en la casa de la presunta homicida.
Con información de : C. Mandujano y F. Jara.