El presidente chileno, Sebastián Piñera, endureció el tono este jueves al anunciar una serie de medidas de control del orden público y reunir al Consejo de Seguridad Nacional para hacer frente a las protestas sociales que siguen haciéndose sentir en varios puntos del territorio nacional.
Tras casi tres semanas de un estallido inédito en Chile desde el retorno a la democracia en 1990, los camioneros bloquearon rutas y hubo manifestaciones en distintos sectores de Santiago y otras ciudades, incluidos los barrios más acomodados de la capital, como Providencia, donde se registraron saqueos, incendios y enfrentamientos con la policía, aunque de menor fuerza a los de la jornada anterior, y un intento de llegar a la zona exclusiva de Las Condes.
En un intento de seguir midiendo fuerza, los manifestantes llamaron a concentrarse este viernes por tarde en varios puntos de Santiago y, de nuevo, en la céntrica Plaza Italia, donde hace dos semanas se congregaron más de 1.2 millones de personas, en la más multitudinaria manifestación en décadas en Chile.
La extensión de las protestas, con saqueos e incendios también en barrios periféricos y ruidosos “cacerolazos” por la noche, llevaron a Piñera a endurecer el tono para enfrentar la protesta social, con una batería de anuncios, como una ley “antisaqueos” y otra para sancionar las barricadas, además de convocar al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena), un organismo que actualmente es solo de carácter consultivo pero que fue todopoderoso durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90).
“Esta sesión del Consejo sirve para fortalecer quizás el deber más importante que tiene el Estado y todas las instituciones que forman parte de él, que es garantizar la seguridad y el orden público para que las personas puedan ejercer sus garantías fundamentales y sus libertades”, dijo al final del encuentro en el palacio presidencial el ministro del Interior, Gonzalo Blumel.
Más temprano, al detallar sus nuevos anuncios de seguridad, Piñera afirmó: “Estamos convencidos que esta agenda representa y constituye un aporte significativo e importante para mejorar nuestra capacidad de resguardar el orden público”.
Las protestas arrancaron el viernes 18 de octubre y se saldan, hasta ahora, con 20 muertos. La policía informó que ha arrestado a unas 10 mil personas por desórdenes y la institución enfrenta varias denuncias por apremios ilegítimos.
En sus anuncios, que incluyeron también la creación de un equipo especial para perseguir a quienes cometan desórdenes, un estatuto para la protección de policías y la modernización del sistema de inteligencia, el mandatario dejó fuera nuevas propuestas sociales y políticas, lo que despertó fuertes críticas en la oposición.