Un grupo de personas atacó en Beirut un bar frecuentado por miembros de la comunidad LGBT que anoche acogía un espectáculo de "drag queens", presuntamente gritando contra la homosexualidad e incluso golpeando a algunos de los presentes, informaron hoy diversas fuentes.
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"Animamos a la gente que fue físicamente atacada ayer en el Café Om a que consigan informes médicos, tomen muchas fotografías de sus moratones y contacten a Helem. Tenemos previsto tomar medidas legales contra los atacantes", dijo en su cuenta de Twitter la ONG local por los derechos LGBT Helem.
Según fuentes citadas por el diario local L'Orient Today, el establecimiento acogía esa noche una actuación de "drag queens" y los atacantes podrían ser miembros de un grupo extremista cristiano conocido como Soldados de Dios, un extremo todavía sin confirmar.
Por su parte, la conocida "drag queen" Latiza Bombé acudió a la red social Instagram para compartir una serie de videos aparentemente tomados durante y después del ataque, en los que etiquetó a su compañera de escenarios Emma Gration con el mensaje "Estamos bien, lucharemos".
El Bar Om, en el corazón del barrio capitalino de Mar Mikhael y que periódicamente organiza eventos de este tipo, es uno de los muy pocos lugares seguros de ocio que quedan en la ciudad para la comunidad LGTBI, que hace menos de dos años ya perdió un emblemático bar a manos de la crisis económica.
Las retóricas hostiles contra la comunidad han aumentado en las últimas semanas, después de que el líder del grupo chií Hizbulá, Hasán Nasrala, cargase en más de un discurso público contra las relaciones homosexuales, llegando a decir que quienes participen de ellas deben ser "matados".
Además, el ministro libanés de Cultura, Mohamed Murtada, ordenó prohibir la proyección de la película Barbie por considerar que "promueve la homosexualidad" y que va en contra de los valores familiares del Líbano, si bien se espera que la película sí llegue finalmente a los cines del país por decisión de su comité censor.
Murtada volvió a desatar la polémica la semana pasada, cuando presentó al Consejo de Ministros un proyecto de ley que castiga con penas de cárcel la promoción de las relaciones homosexuales, lo que hasta el momento no ha prosperado.
Aunque el Líbano es considerado uno de los países menos conservadores y con mayor libertad de expresión en la región, la comunidad LGTB todavía se enfrenta a retóricas hostiles en el país mediterráneo y las autoridades prohibieron el año pasado la celebración de eventos organizados por el colectivo.
VMS