El ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva defendió este sábado el estado laico y rechazó el uso de la iglesia como "escenario político", en un acto de campaña en Sao Paulo, a 43 días de las elecciones en las que busca volver a la presidencia.
"Defiendo el Estado laico; el Estado no tiene que tener religión y las iglesias no tienen que tener partido político", dijo Lula ante miles de personas que asistieron al mitin en un día excepcionalmente frío al Valle de Anhangabaú, en el centro de la capital paulista.
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"Hay personas que están haciendo de la iglesia un escenario político o una empresa para ganar dinero", acusó, entre aplausos, en alusión tácita a su principal rival político, el presidente Jair Bolsonaro.
El mandatario de ultraderecha apela constantemente a los valores cristianos para fidelizar a la población evangelista, un grupo importante de su base electoral, que representa a un tercio de los brasileños, cerca de 70 millones de personas.
"Cuando quiero conversar con Dios, no preciso de padres o de pastores; puedo encerrarme en el cuarto y conversar con Dios cuantas horas quieras, sin necesitar favores", añadió Lula.
Y rechazó que las iglesias cuiden "de candidaturas de falsos profetas o de fariseos que están negando al pueblo el día entero".
En el acto, fue desplegada una bandera brasileña gigante, un símbolo que la izquierda intenta "recuperar" de manos de la derecha de Bolsonaro, que la usa como insignia partidaria.
"Estoy buscando esperanza, y creo que Lula lo es, él es el cambio", dijo a la AFP Marcos, un terapista de 52 años que participó del acto.
Lula encabeza la intención de voto con un 47 por ciento para los comicios del 2 de octubre, frente al 32 por ciento del presidente de ultraderecha, quien recortó a 15 puntos porcentuales la brecha, según un sondeo de Datafolha difundido el jueves último.
Sin embargo, Bolsonaro es favorito entre el electorado evangélico, con 49 por ciento de las intenciones de voto, delante de Lula que sólo concentra un 32 por ciento.
Bolsonaro, que ha nombrado pastores como ministros en su Gabinete y hasta un juez para el Supremo Tribunal Federal, evoca constantemente a ese grupo, por ejemplo destacando los valores de la familia y su posicionamiento contrario al aborto, que Lula apoyó en un discurso y luego se retractó.
Incluso, el presidente llegó a decir que, de triunfar, Lula cerraría iglesias, algo desmentido inmediatamente por el exmandatario.
En tanto, Bolsonaro, igualmente abocado a la campaña, participó por la mañana en una tradicional entrega de espadas a graduados de la Academia Militar de Agulhas Negras, en Rio de Janeiro.
OC