Brasil viró ayer de nuevo a la izquierda de la mano de Luiz Inácio Lula Da Silva, quien resucitó luego de que intentaron “enterrarlo vivo”, y se declaró listo para gobernar por tercera ocasión al tiempo que, desde México, Andrés Manuel López Obrador se congratulaba por los resultados en el país sudamericano.
Luego de conocer los resultados de la segunda vuelta electoral, que lo consolidaron como el mandatario latinoamericano más longevo con 77 años, Lula da Silva indicó que se acabó la división en su nación y que gobernará para todos por igual a partir del 1 de enero de 2023.
“Considero que tuve un proceso de resurrección en la política brasileña. Intentaron enterrarme vivo y ahora estoy aquí para gobernar el país. En una situación muy difícil, pero estoy seguro que con la ayuda de la gente encontraremos una salida y restauraremos la paz”, afirmó.
En conferencia de prensa en el Hotel Intercontinental en São Paulo, en el sureste de Brasil, señaló que los comicios en su país colocaron frente a frente a dos proyectos opuestos, pero que, al final, el gran vencedor es el pueblo brasileño.
Contra el hambre
Lula anunció también un combate frontal contra la desigualdad y el abatimiento de los índices de pobreza y lograr la seguridad alimentaria en todo el territorio brasileño, poniendo como eje central el compromiso con los pequeños productores rurales, responsables de 70 por ciento de los alimentos, y mayores incentivos para fortalecer la economía de las familias del país sudamericano.
“Acabar con el hambre y no aceptar como algo normal que millones de mujeres y niños en este país no tengan que comer, en Brasil se ingieren menos calorías y proteínas de lo que se necesita. Tenemos el deber de garantizar que todo brasileño pueda desayunar todos los días, ese será el compromiso número uno de mi gobierno, no podemos aceptar como algo normal que familias enteras duerman en las calles expuestas al frío, a la lluvia”, detalló ante la multitud.
También impulsará el diálogo armonioso entre los tres poderes y consolidar la normalidad democrática que está consagrada en la Constitución, que establece los derechos y obligaciones de cada institución.
Anunció que su gobierno tendrá mayores y nuevos acuerdos económicos con Estados Unidos y la Unión Europea, además de que impulsará la economía verde, que apoyará la creatividad empresarios y emprendedores.
“Estableceremos el diálogo entre el gobierno, empresarios, trabajadores y organizaciones civiles a con el regreso del Consejo Económico para impactar de manera positiva a millones de brasileños”, comentó.
A favor de la selva
El líder de la izquierda afirmó que Brasil está listo para retomar su protagonismo internacional en la ruta contra la crisis climática con el fin de reducir 80 por ciento de la deforestación y la emisión de gases que provoca el calentamiento global.
Indicó que retomará el monitoreo y la vigilancia de la Amazonía y combatirá la extracción ilegal de maderas.
“Está por llegar un tiempo en donde el pueblo tendrá nuevamente el derecho a soñar y las oportunidades para realizar todos sus sueños. Todos juntos seremos capaces arreglar este país y construir en Brasil del tamaño de nuestros sueños con oportunidades para transformarlo”, dijo Da Silva.
Lula dejó claro que pese a las divisiones de campaña, gobernará para todos los brasileños, no solamente para aquellos que votaron por él, porque “no hay dos Brasiles, somos un país único pueblo, una gran nación”.
Elección con saldo blanco
Con 98.81 por ciento de los votos computados, el Tribunal Superior Electoral de Brasil declaró a la elección “matemáticamente definida” a favor de Lula Da Silva.
También el presidente del máximo órgano electoral, Alexandre Moraes, dio a conocer que el proceso de segunda vuelta se realizó sin mayores incidentes y con saldo blanco.
Al final, las autoridades cerraron los comicios con el 100 por ciento de las votos, 50.90 por ciento, es decir, 60 millones 345 mil 999 votos, a favor de Lula y 49.10 por ciento, 58 millones 206 mil 354 sufragios para Jair Bolsonaro, apenas una distancia entre los dos de 2 millones 139 mil 645.
Con los resultados anteriores, Lula gobernará por tercera vez en Brasil, 2003-2010. Este proceso electoral ha sido el más competido en Brasil desde su regreso a la democracia en 1985 tras gobiernos militares e implica que, por primera vez, un mandatario en funciones, Bolsonaro, no logre la reelección.
También el futuro mandatario que tomará protesta el próximo el primer día del próximo año, será el presidente más longevo de toda América Latina con 77 años y el segundo del continente solo atrás de Joe Biden de Estados Unidos, que tiene 79 años.
Los comicios de este domingo fueron los de mayor participación desde 2006 que se alcanzó 81.01 por ciento; ahora salieron a las urnas 124 millones 252 mil 796 electores brasileños, es decir 79.41 por ciento.
El equipo de campaña de Bolsonaro reprogramó hasta en tres ocasiones el mensaje del presidente de Brasil, sin que saliera a dar algún pronunciamiento sobre su derrota en las urnas.
Durante la campaña, alertó sobre un posible fraude electoral en el sistema de conteo que fue revirado por las autoridades locales e internacionales al dejar en claro que, durante 25 años, no se ha presentando ningún registro de alteración de resultados.
Con el triunfo de Lula, la izquierda consolida su fuerza en Latinoamérica con López Obrador en México, Gabriel Boric en Chile, Alberto Fernández en Argentina y Gustavo Petro en Colombia, como cabeza de la lista que incluye a un total de once naciones de la región, las más grandes, pobladas y ricas.
Felicitación mexicana
El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró el triunfo de Luis Inácio Lula da Silva en la elección presidencial de Brasil.
En sus redes sociales, el mandatario publicó una fotografía con el candidato del Partido de los Trabajadores cuando lo visitó en Palacio Nacional.
“Ganó Lula, bendito pueblo de Brasil. Habrá igualdad y humanismo”, publicó López Obrador.
En la primera vuelta de la elección brasileña, el 2 de octubre pasado, el presidente mostró su respaldo a Lula.
Entonces, destacó en Twitter que el pueblo brasileño demostró su vocación democrática y, en especial, su inclinación por la igualdad y la justicia.
“Felicidades, hermano y compañero Lula. El pueblo de Brasil demostró una vez más su vocación democrática y, en especial, su inclinación por la igualdad y la justicia”, escribió López Obrador.
En tanto, el vocero de la presidencia Jesús Ramírez, dijo durante la jornada electoral que este día en Brasil estaba en juego la democracia y la justicia contra el fascismo intolerante y ecocida.
A través de redes sociales, se pronunció para que avancen las causas nobles “a la izquierda, como el corazón latinoamericano”.
- Te recomendamos Lula da Silva promete unir a un Brasil dividido y buscar comercio mundial justo Internacional