Madrid está lista para acoger desde este miércoles su segunda Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una de las más importantes de los últimos años sobre todo por el contexto en que se realiza: la guerra en Ucrania. Serán dos días de actividad frenética en la que se diseñará la hoja de ruta del organismo para la siguiente década.
Otro de los puntos importantes será la posible adhesión a la OTAN de Suecia y Finlandia, que cuenta con gran parte del apoyo, pero con la permanente negativa de Turquía.
De acuerdo a la casa presidencial de La Moncloa, habrá representaciones de 40 delegaciones que estarán encabezadas por 40 jefes de Estado y de Gobierno, que harán un total de 5 mil personas. La presencia que acapara la atención es la del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que se entrevistará mañana con el mandatario español, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI.
En dicha cifra, están incluidos los 30 países que forman parte de la Alianza Atlántica y se prevé que una de las delegaciones más numerosas sea la de Estados Unidos, pero también la encabezada por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y las de Suecia y Finlandia, países invitados que pretenden unirse a la Alianza.
También asistirán la comisión de cuatro países asiáticos, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur; la de las dos instituciones europeas, Comisión y Consejo; y otros países de la Unión Europea que no forman parte de la OTAN, Malta, Irlanda, Chipre y Austria.
También se invitó al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pues la invasión de su país por parte de Rusia tendrá un gran protagonismo en el evento. Intervendrá por videoconferencia.
Stoltenberg dijo en una entrevista con El País que la cumbre de Madrid es decisiva y transformadora para la OTAN, además de que servirá para enviar “una potente señal” de unidad y fuerza “en estos tiempos impredecibles y peligrosos”.
“Será histórica porque tomaremos muchas decisiones importantes. Se adoptará el nuevo concepto estratégico, que es la guía para el futuro de nuestra alianza. Acordaremos la mayor transformación de nuestra defensa colectiva desde el fin de la Guerra Fría, con más tropas, disponibilidad de respuesta rápida y más equipamiento preparado. Y acordaremos un paquete completo de asistencia a Ucrania”, afirmó.
Consideró que “el foco, por supuesto, está puesto en Rusia y Ucrania, porque es el desafío más inminente. Pero no debemos olvidar las otras amenazas, incluido el terrorismo o la inestabilidad en el norte de África y en el Sahel”, destacó el líder de la OTAN.
“Por eso vamos a reforzar nuestros esfuerzos de cooperación con los países del sur y acordaremos un nuevo paquete de apoyo para Mauritania para ayudar en la lucha contra el terrorismo, el control de fronteras y el fortalecimiento de la defensa y seguridad. Porque sabemos que cuando nuestros vecinos son estables, aumenta nuestra seguridad. El sur es importante para nuestra seguridad y los aliados de la OTAN se van a involucrar más para resolver los problemas de inestabilidad”, subrayó.
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La agenda
En lo que respecta a la agenda política de Pedro Sánchez, comenzará mañana con encuentros bilaterales en La Moncloa con el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, y después, por separado, con su homóloga neozelandesa, Jacinda Ardern.
Posteriormente, comerá con Stoltenberg, y hablarán sobre la posible anexión de Suecia y Finlandia a la Alianza, para después reunirse con Joe Biden. Por último, se verá con la primera ministra de Islandia, Katrin Jakobsdottir, para después concluir la jornada con una cena en el Palacio Real con todas las delegaciones.
El miércoles, la agenda comenzará con una rápida visita al Real Instituto Elcano. Enseguida los participantes irán hasta la sede de la cumbre, el recinto ferial de Ifema, donde dará comienzo a la primera sesión de la cumbre, que abordará la situación por la guerra de Ucrania y en la que participará Zelenski, por videoconferencia.
Después de la comida, hablarán los responsables de la Unión Europea, Charles Michel y Ursula Von der Leyen, así como Suecia y Finlandia, que esperan resolver su adhesión. La jornada concluirá con una cena euroatlántica en el Museo del Prado.
Ya para el jueves, última jornada de la cumbre, el día comenzará con la sesión dedicada a la vecindad sur de la OTAN y las posibles amenazas que se plantean. Posteriormente, Stoltenberg ofrecerá una rueda de prensa para hacer balance y valorar las reuniones mantenidas entre las altas esferas de los países.
La principal incógnita es, qué sucederá con Suecia y Finlandia porque Turquía se mantiene reticente a su integración en la OTAN.
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La seguridad
Desde mañana Madrid se convertirá en un búnker. La ciudad estará vigilada por 10 mil elementos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Por aire el Gobierno avanzó el despliegue de artillería antiaérea, aviones de la OTAN, helicópteros y aparatos de combate listos para despegar ante cualquier amenaza, así como la activación de sistemas contra aeronaves no tripuladas.
El Ejército del Aire proporcionará sus cazas de combate y el Cuartel General del Mando de Artillería Antiaérea del Ejército de Tierra va a proporcionar una unidad que brindará apoyo defensivo ante injerencias.
La Alianza Atlántica también va a participar con aviones de control y vigilancia aérea, que a través de sensores permiten la detección temprana de cualquier elemento en el espacio
Además, agentes especializados en ciberdelincuencia se encargan de monitorizar las redes para detectar cualquier recurso o información que pueda suponer una amenaza.
La organización de la cumbre de la OTAN costará al Gobierno 50 millones de euros, mientras que Madrid prevé que dejará unos 150 millones de euros.
En 1997, Madrid organizó su primera cumbre de la OTAN, fue en el antiguo Palacio Municipal de Congresos. Por aquel entonces los miembros de la Alianza se enfrentaban al reto de incorporar a los países que formaron parte del Pacto de Varsovia, como Polonia, Hungría o la República Checa. Apenas unos metros y 25 años separan aquella cumbre de esta que se celebrará también aquí en Madrid. También ahora la OTAN se plantea incorporar a países como Finlandia o Suecia, pero lo hace con una guerra abierta en Ucrania y nuevas amenazas o riesgos.
ATC