La tensión entre el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por la ayuda destinada a la isla tras el devastador huracán María, escaló ayer al punto de que el mandatario boricua advirtió: “Si el bravucón se acerca, le pegaré en la boca”.
Las declaraciones de Rosselló tuvieron lugar en una entrevista con la cadena CNN, en la que se refirió al conflicto generado por las quejas del magnate sobre los 91 mil millones de dólares que recibió Puerto Rico para su reconstrucción tras el paso del ciclón, en septiembre de 2017.
“Sería un error confundir cortesía con coraje (...) él nos trata como ciudadanos de segunda clase”, dijo Rosselló en fragmentos de la entrevista divulgados ayer.
Tras la misma en Washington, el periodista de CNN, Jim Acosta, señaló en Twitter que asistentes del gobernador le aseguraron que algunos funcionarios de la Casa Blanca se han quejado de que el gobierno caribeño insiste en una reunión entre Trump y Rosselló para tratar el tema de la ayuda.
En tanto, el mandatario estadunidense consideró ayer que tiene una “gran relación” con la isla y destacó que ha sido quien más dinero le ha destinado.
“Donald Trump ha cuidado a Puerto Rico mejor que a cualquier ser humano vivo, y creo que su pueblo lo entiende”, dijo en un evento en el estado de Michigan.
Días después del siniestro, cuando la cifra de fallecidos aún estaba en 16, Trump desestimó la importancia de la tragedia. Imágenes lanzando toallas de papel a las víctimas fueron consideradas ofensivas y su administración fue acusada de no responder adecuadamente al desastre. El recuento final de fallecidos se elevó a 3 mil.
Fue cuando Rosselló respondió por primera vez al presidente acusándolo de haber demorado la respuesta por el “colonialismo” con el que Washington trata a la isla, estado libre asociado de EU.