El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó ayer que cree que su par estadunidense, Donald Trump, “está dispuesto” a mejorar las relaciones entre ambos países, que se han deteriorado en los últimos años.
“Como saben, hace unos días tuve el placer de hablar por teléfono con el presidente de Estados Unidos y tengo la impresión de que el presidente está dispuesto a restablecer las relaciones ruso-estadunidenses”, aseguró Putin.
Por ello, el mandatario ruso le aseguró al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, que Moscú quiere “recuperar totalmente las relaciones”.
Poco antes del encuentro de Putin con el jefe de la diplomacia estadunidense, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, le dijo a Pompeo que “es hora de que Moscú y Washington dejen de lado años de desconfianzas” y encuentren la forma de trabajar juntos de manera constructiva.
Los lazos entre ambos países se han visto afectados por denuncias –negadas por Moscú– que apuntan a que Rusia intentó influir en los resultados de la elección presidencial de Estados Unidos en 2016 y por diferencias en la forma de abordar los conflictos en Venezuela, Irán, Siria y Ucrania.
“Vemos que hay sospechas y prejuicios”, dijo Lavrov a Pompeo al inicio de su reunión. “Esto dificulta tanto su seguridad como nuestra seguridad y causa preocupación en todo el mundo. Creemos que es hora de construir una nueva y más constructiva matriz para nuestras relaciones”.
La visita de Pompeo representa el primer contacto de alto nivel entre Moscú y Washington desde que el fiscal especial estadunidense, Robert Mueller, presentó un informe que analiza la naturaleza del rol de Rusia en los comicios presidenciales de EU en 2016.
“Estoy aquí hoy porque el presidente Trump está comprometido a mejorar esta relación. Tenemos diferencias y cada país protegerá sus propios intereses, velará por los propios intereses de su gente (...) Pero no estamos destinados a ser adversarios en todos los temas y espero que podamos encontrar áreas donde tengamos un conjunto de intereses superpuestos”, aseguró Pompeo.
El máximo diplomático estadunidense aseguró que el contraterrorismo y el combate a la proliferación nuclear son dos de las áreas donde Moscú y Washington podrían encontrar terrenos comunes.
Pese a la búsqueda de ambas partes de un acercamiento, en el encuentro con Lavrov en la ciudad de Sochi, Pompeo enfatizó que Washington “no tolerará” ningún tipo de injerencia en las elecciones estadunidenses que se celebrarán en 2020.
“La injerencia en las elecciones estadounidenses es inaceptable. Si los rusos participaran en esto en 2020, pondrían las relaciones bilaterales en una situación aún peor de la que estaban”, advirtió.
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VENEZUELA, EL TEMA DISCORDANTE
Si bien Rusia y EU acordaron normalizar las relaciones entre los dos países, no lograron rebajar la tensión en crisis como la de Venezuela e Irán.
“Estados Unidos y más de 50 países consideran que ha llegado la hora de que Maduro deje el poder”, dijo Pompeo ante Lavrov.
“Esperamos que el apoyo ruso a Maduro se termine”, enfatizó. “No se puede instaurar una democracia por la fuerza”, replicó el ruso.
Con respecto a la crisis nuclear iraní, Pompeo aseguró que EU seguirá ejerciendo “presión” sobre Teherán. El jefe de la diplomacia rusa expresó su confianza en que “la razón impere” y no derive en un conflicto bélico.