El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo ayer que su país está resuelto a “hacer pedazos” lo que llamó un “corredor del terror” en el norte de Siria, independientemente de si EU está de acuerdo o no en crear una zona de seguridad.
Funcionarios estadunidenses y turcos están negociando la creación de una zona de seguridad al este del río Éufrates, en respuesta a las inquietudes de Ankara derivadas de la presencia de milicianos kurdos en la zona.
Ankara considera a estos milicianos —que han combatido al grupo Estado Islámico junto con las fuerzas de Washington— como terroristas aliados de una insurgencia kurda en su territorio.
Turquía quiere una zona libre de combatientes kurdos en la frontera con Siria, pues permitiría el retorno de algunos refugiados.
Turquía ha advertido que podría lanzar una nueva ofensiva en Siria si no se llega a un acuerdo sobre una zona de seguridad y últimamente ha trasladado refuerzos a su frontera.
En aparente alusión a los milicianos kurdos en Siria, Erdogan dijo en un discurso a los líderes de su partido: “Los que se dedican a intimidar, confiando en fuerzas extranjeras, mañana se encontrarán en la tumba”.
El jefe del Comando Central estadunidense, el general Kenneth F. McKenzie, visitó el lunes las zonas sirias en poder de los kurdos por primera vez desde que asumió el puesto en marzo.
McKenzie se reunió con el comandante kurdo para hablar sobre la zona de seguridad. Funcionarios de ahí dijeron en ese momento que solo el diálogo puede resolver la situación de seguridad en el noreste de Siria.
Erdogan dijo que una nueva incursión turca en el pueblo árabe al este del Éufrates cortaría el contacto entre los milicianos kurdos sirios e Irak, donde Ankara ha realizado incursiones aéreas contra presuntas guaridas rebeldes de éstos.
Y ADEMÁS
SISTEMA RUSO, LISTO PARA USAR EN 2020
El presidente Erdogan anunció que Turquía podrá utilizar los sistemas de defensa antiaérea rusos S-400, que comenzó a recibir a mediados de julio, a partir de abril de 2020. Ankara compró a Moscú pese a las protestas de Washington, que considera que ese equipo no es compatibles con los dispositivos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).