Ataques yihadistas en hospital y funeral en Afganistán dejan 37 muertos

El gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea condenan los ataques perpetrados por el Estado Islámico en plena pandemia de coronavirus.

El ataque al hospital en Kabul se produce en plena pandemia de coronavirus (AFP)
AFP
Kabul / Washington /

Afganistán registró dos ataques que dejaron al menos 37 muertos, uno de ellos en un hospital de la capital, Kabul, y el otro durante un funeral en el este del país, 13 personas, incluyendo dos bebés, murieron en el ataque perpetrado por hombres armados en el hospital de Kabul, anunció un vocero del ministerio afgano de Interior.

"Los terroristas mataron a 13 personas inocentes, incluyendo dos bebés, en el ataque del hospital. El balance incluye también madres y enfermeras", declaró Tareq Arian.

Más de 100 personas, entre ellas tres extranjeros, fueron auxiliados por las fuerzas de seguridad afganas durante una operación que llevó varias horas. El otro atentado se produjo contra un funeral y causó al menos 24 muertos y 68 heridos, y fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El presidente afgano, Ashraf Ghani, reaccionó anunciando que las fuerzas gubernamentales reanudarán la ofensiva contra los talibanes.

"Ordeno a las fuerzas de seguridad que pongan fin a su actitud de defensa activa y vuelvan a adoptar su actitud ofensiva, y reanuden las operaciones contra el enemigo", declaró Ghani en una alocución televisada.

Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, manifestó su indignación ante el "grado terrible de inhumanidad" de los atentados y reclamó a "todas las partes implicadas en Afganistán y la región" a instaurar "un alto el fuego permanente absolutamente vital".

El ataque fue en un Hospital de Maternidad en Kabul, 13 personas murieron, incluídos bebés. (AP)

Un ataque al hospital en plena pandemia

El hospital atacado, que dispone de una importante maternidad, se encuentra en el oeste de Kabul, donde vive la minoría hazara, blanco habitual de ataques de militantes del grupo Estado Islámico (EI).

Sin embargo, el martes por la noche el ataque no había sido reivindicado. Este estallido de violencia en Afganistán coincide con la crisis sanitaria del coronavirus, que obliga a llevar a cabo operaciones militares en todo el país para impedir contagios.

Un pediatra, que huyó del hospital, dijo que escuchó una fuerte explosión a la entrada del establecimiento. "El hospital estaba lleno de pacientes y médicos, y se produjo una situación de pánico total en el interior" relató, y pidió no ser nombrado. Los servicios de maternidad del hospital están apoyados por la ONG Médicos sin Fronteras (MSF).

"Los hospitales y el personal sanitario no deberían ser atacados. Llamamos a todas las partes a que cesen estos ataques", instó el viceministro de salud, Waheed Majroh.

El Estado Islámico asegura que cometió el ataque al hospital de maternidad de Kabul. (AFP)

Un ataque kamikaze en un funeral

Una hora después, un kamikaze mató al menos a 24 personas e hirió a 68 en el funeral de un comandante de policía local, en la provincia oriental de Nangarhar, según un portavoz provincial, Attaullah Khogyani.

"Hacia las 11:00 horas, un kamikaze detonó sus explosivos durante un funeral", declaró el portavoz Amir Mohamad, uno de los heridos en el atentado, afirmó que miles de personas se habían congregado en el funeral, tipo de evento que suele aglomerar a grandes muchedumbres en Afganistán. "Abrí los ojos y vi a todos los que estaban a mi alrededor cubiertos de sangre", agregó.

El martes por la noche, el Estado Islámico reivindicó el atentado en su cuenta de Telegram y afirmó que fue obra del "yihadista Abdallah al Ansari", quien hizo "estallar su cinturón explosivo, matando e hiriendo a 100 apóstatas". Los insurgentes talibanes negaron su implicación en cualquiera de los ataques de este martes.

Desde la firma de un histórico acuerdo con Washington a fines de febrero, según el cual Estados Unidos se comprometió a una retirada total de las fuerzas extranjeras de Afganistán en un plazo de 14 meses, los talibanes no han reivindicado ningún gran ataque en Kabul.

Los insurgentes dejaron de atacar al ejército de Estados Unidos y las tropas de la OTAN, un punto incluido en el acuerdo, pero redoblaron la violencia contra las fuerzas afganas.

Las negociaciones de paz entre los rebeldes y el gobierno de Kabul, previstas para el 10 de marzo, otro de los puntos del acuerdo en los talibanes y Washington, aún no han comenzado.

Tanto Estados Unidos como la Unión europea condenaron el ataque en plena pandemia. (AP)

Reacción de Estados Unidos

Estados Unidos condenó los ataques "espantosos" que causaron cerca de 40 muertos este martes en Afganistán y llamó al gobierno de Kabul y a los talibanes a "cooperar" para recuperar la paz.

"Los talibanes y el gobierno afgano deben cooperar para llevar a los autores ante la justicia", declaró el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, en un comunicado. "Mientras no haya una reducción de la violencia duradera y avances suficientes hacia una solución política negociada, Afganistán seguirá siendo vulnerable ante el terrorismo", añadió.

Pompeo señaló, no obstante, que los talibanes habían "negado cualquier responsabilidad y condenado los dos ataques" contra un hospital de Kabul y durante el funeral de un comandante de policía en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán. El Estado Islámico reivindicó el segundo ataque, sin mencionar el de Kabul.

"Durante le mes sagrado del Ramadán, y mientras la covid-19 sigue siendo una amenaza, este doble ataque es espantoso", dijo Pompeo. "El pueblo afgano merece un futuro sin terror, y el actual proceso de paz sigue representando una oportunidad crucial para que los afganos se reúnan y levanten un frente unido contra la amenaza del terrorismo", agregó el secretario de Estado.

Estados Unidos firmó el 29 de febrero un acuerdo histórico con los talibanes tras más de 18 años de guerra. El acuerdo abrió el camino al inicio de la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, que se llevará a cabo hasta julio de 2021.

Estados Unidos había acordado mantener la paz en Afganistán con los talibanes. (AP)

Aunque Estados Unidos ha iniciado ese repliegue, las contrapartidas no han sido todas respetadas: los talibanes han cesado sus ataques contra el ejército estadunidense, pero no han dejado de atacar a las fuerzas afganas, y las inéditas negociaciones de paz directas entre los rebeldes y el gobierno de Kabul, que debían empezar el 10 de marzo, aún no han comenzado.

Y, según anunció este martes el presidente Ashraf Ghani, las fuerzas de seguridad afganas van a retomar sus ofensivas contra los talibanes. A pesar de ese anuncio, que complica aún más el camino hacia la paz, el Pentágono aseguró que Washington iba a cumplir con el acuerdo firmado con los insurgentes.

"Según lo acordado, el ejército estadounidense continuará realizando solamente acciones defensivas contra los talibanes cuando atacan", dijo un portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, el teniente coronel Thomas Campbell.
​"Será un camino tortuoso y sembrado de obstáculos, pero un acuerdo político es la mejor forma de poner fin a la guerra, dijo, citando declaraciones recientes del secretario de Defensa, Mark Esper.

dmr

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