El Banco Mundial anunció este martes una ayuda humanitaria de más de mil millones de dólares para Afganistán, subrayando que los fondos se destinarán a agencias de la ONU y ONG internacionales y quedarán "fuera del control del gobierno interino talibán".
La ayuda busca "apoyar la entrega de servicios esenciales, proteger a los afganos vulnerables, ayudar a preservar el capital humano y servicios sociales y económicos clave, y reducir la necesidad de asistencia humanitaria en el futuro", dijo la institución en un comunicado.
La asistencia financiera se dará "en forma de subvenciones" a través de la reasignación de recursos del Fondo Especial para la Reconstrucción de Afganistán (ARTF), y se suma al monto anunciado el pasado 10 de diciembre por un importe de 280 millones de dólares ($5 mil 782 millones 308 mil). El Banco Mundial indicó en su momento que se trataba de un primer paso.
La institución basada en Washington tuvo que suspender su ayuda a Kabul a finales de agosto tras el regreso al poder de los talibanes. El ARTF es un fondo fiduciario de múltiples donantes que coordina la asistencia internacional para mejorar la vida de millones de afganos. El Banco Mundial administra el ARTF en nombre de los socios donantes.
Antes de que los talibanes tomaran el poder, la ARTF era la mayor fuente de financiación para el desarrollo de Afganistán, con hasta el 30 por ciento del presupuesto del gobierno.
Ante la imposibilidad de pagar dinero directamente al régimen talibán, no reconocido por la comunidad internacional, y dada la crisis humanitaria y económica del país, el Banco Mundial decidió reasignar estos fondos a organismos como Unicef.
La población afgana ha estado enfrentando escasez de alimentos y una pobreza creciente desde que los talibanes tomaron el poder.
El objetivo de la nueva ayuda es "proteger a los afganos vulnerables" y contribuir "a preservar los servicios económicos y sociales esenciales", comentó el Banco Mundial.
RM