El emisario de la ONU para Siria, Geir Pedersen, pidió un alto el fuego en toda Siria para preparar una mejor respuesta a la amenaza del coronavirus.
Hasta ahora las autoridades de Damasco anunciaron un solo caso en la parte del territorio que controla el gobierno.
Pero el riesgo de propagación es elevado, en un país dividido por la guerra, con infraestructuras médicas destruidas por el conflicto y con numerosos campos de refugiados.
"La vulnerabilidad de los sirios al Covid-19 es aguda. Muchos centros médicos fueron destruidos o su capacidad se degradó. Hay escasez de equipamiento médico esencial y de profesionales de sanidad", dijo Pedersen en un comunicado.
"Hoy lanzo un llamamiento específico para que un alto el fuego inmediato se extienda a todo el territorio sirio para hacer posible un esfuerzo generalizado para combatir el Covid-19 en Siria", añadió.
También reclamó "un periodo duradero de calma en todo el país" para permitir a los sirios enfrentarse al "peligro" del nuevo coronavirus.
Varias ONG's humanitarias advirtieron recientemente del peligro de una catástrofe sanitaria en Siria, donde solo en el noroeste del país hay cerca de un millón de desplazados por los combates y los bombardeos entre diciembre y marzo en Idlib.
La región de Idlib, el último bastión yihadista y rebelde de Siria, es objeto de una ofensiva desde diciembre del régimen de Damasco y desde principios de marzo vive una calma relativa gracias a una tregua.
Pedersen también pidió la "liberación a gran escala de personas retenidas y detenidas arbitrariamente".
El Comité Internacional de Rescate (IRC) dijo por su parte que una propagación del nuevo coronavirus en el norte de Siria podría constituir una de las peores crisis a escala mundial.
jamj