La Unión de Médicos Turcos (TTB) y los alcaldes de Estambul y Esmirna, los dos principales focos de la pandemia del Covid-19 en Turquía, han pedido al gobierno que imponga restricciones de movimiento para ralentizar la propagación del virus, que ha causado ya 356 muertos en dos semanas.
El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, pidió ayer al gobierno un "toque de queda parcial" lo antes posible.
La ciudad, en la que vive el 18 por ciento de los 80 millones de habitantes del país, concentra el 56 por ciento de los 18 mil 700 positivos por coronavirus detectados, según los datos del ministerio turco de Sanidad.
Esmirna, la tercera ciudad de Turquía, concentra el 5.5 por ciento de los casos.
Su alcalde, Tunç Soyer, declaró por teléfono que lleva tres días pidiendo al gobierno central un toque de queda de dos semanas de duración.
Los dos regidores son miembros del socialdemócrata CHP, cuya dirección se ha sumado a la exigencia de que el gobierno aplique más medidas de distanciamiento social.
"Estambul y Esmirna deberían declarar un toque de queda de inmediato. La gente sigue saliendo y la situación no se puede controlar. Habría que obligar a quedarse en casa a todos los que no tengan un motivo imperioso para salir", dijo el vicepresidente del CHP, Seyit Torun, a Efe.
El gobierno decretó hace 18 días el cierre de prácticamente todos los espacios sociales, desde cafés a cines o espacios deportivos, y lleva pidiendo a los ciudadanos que se queden voluntariamente en casa todo lo posible, pero no ha impuesto límites.
Solo los mayores de 65 años tienen prohibido salir a la calle y pueden pedir por teléfono a las autoridades locales los productos que necesitan.
EB