México ve golpe de Estado en la renuncia de Evo

Crisis democrática

Caos y violencia en Bolivia, que hasta anoche no tenía jefe del Ejecutivo, aunque senadora opositora se perfila al relevo; ubican al ex mandatario en su natal Cochabamba.

Por la tarde, ciudadanos bolivianos salieron a las calles de varias ciudades a “festejar” la caída del gobierno socialista. (AFP)
Agencias
México y La Paz /

México ofreció este domingo, a través del titular de la Cancillería Marcelo Ebrard, asilo a Evo Morales luego que se viera obligado a presentar su renuncia como presidente de Bolivia, al tiempo que denunció por medio de las redes sociales que en el país sudamericano se vive “una operación militar”.

El secretario de Relaciones Exteriores también informó que la representación mexicana en La Paz acoge desde ayer a otros veinte políticos bolivianos, “entre personalidades del ejecutivo y legislativo” cercanos al gobierno de Morales.

Ebrard hizo un llamado para que se “respete la integridad e inviolabilidad” de la sede de la embajada y de la residencia oficial mexicanas.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que será este lunes cuando dé una posición oficial con amplitud y celebró la decisión de Morales de renunciar, para no “exponer a su pueblo a la violencia”.

Sobre la supuesta operación militar que terminó en la renuncia de Morales, Ebrard la comparó con “trágicos hechos que ensangrentaron nuestra América Latina el siglo pasado”, en alusión a golpes de Estado ocurridos en la zona, sin dar más detalles al respecto y terminando su tuit con la frase: “Golpe no”.

“Corre peligro”

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció anoche que la vida de Morales está en riesgo.

“Está en peligro la vida de Evo Morales, debemos salvar a Evo Morales porque los fascistas son fascistas, con su racismo y su odio creen que llegó la hora de acabar con la vida de Evo”, dijo Maduro en conversación telefónica transmitida por el canal estatal VTV.

Horas antes del anuncio de la dimisión de Morales el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, denunció “la estrategia golpista opositora” subrayando que había desatado en #Bolivia “la violencia, que ha costado muertes, cientos de heridos y expresiones condenables de racismo”.


Vacío de poder

Morales cerró el domingo una etapa histórica en Bolivia al renunciar al poder forzado por la peor crisis en sus casi 14 años de mandato.

La renuncia del presidente con más tiempo en el poder en la historia del país dio paso primero a la euforia de quienes esperaban desde hacía años este momento, pero luego sumió a Bolivia en una ola de vandalismo en medio de un vacío de poder.

Morales asumió a primera hora del domingo que iría a unas nuevas elecciones, pese a insistir en la legitimidad de su triunfo en los comicios del pasado 20 de octubre para un cuarto mandato consecutivo hasta 2025.

De madrugada, la Organización de Estados Americanos (OEA) había difundido un informe instando a repetir la cita en las urnas, por graves irregularidades en un proceso llevado por un órgano electoral sin credibilidad.

El llamado a nuevas elecciones la hacía el todavía presidente para “pacificar” el país, inmerso desde el día después de las votaciones en una crisis social y política al desencadenarse las denuncias de fraude a su favor en el recuento de votos y en contra de su más cercano opositor, el también ex presidente Carlos Mesa.

Una convulsión social que deja al menos tres muertos y más de cuatrocientos heridos.

El anuncio de nuevas elecciones no sirvió a la oposición, que solo veía como salida a la crisis su renuncia al poder, la tensión aumentaba en el país y su gobierno se iba desmoronando con dimisiones en cascada.

A media tarde, Morales apareció en televisión desde la pequeña ciudad de Chimbote, entre el temor de que hubiera huido del país, para pronunciar su discurso de despedida.

El discurso del adiós repasó los logros de su etapa al frente de Bolivia, en la que el país pasó de ser identificado por su pobreza a convertirse en la economía de toda Sudamérica que más creció de manera sostenida.

Una era que cerraba obligado por un “golpe de Estado civil” consumado por los opositores Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, como venía alertando desde que empezaron a acusarle de fraude y a movilizarse para forzar su renuncia.

“No tengo por qué escapar”, porque “no he robado nada”, declaró Morales, esperanzado en que puede ser solo un hasta luego porque “la lucha no termina acá”.

Pese a que el propio Evo lo denunció, la policía desmintió anoche que hubiera una orden para detener al mandatario saliente.

Morales, tras renunciar al cargo se ha refugiado en su natal Cochabamba, provincia de Chapare, acompañado del vicepresidente Álvaro García, confirmó a MILENIO el embajador de Bolivia en México, José Crespo Fernández.

“En un golpe de Estado yo creo que nadie está seguro ¿no? Menos el presidente, Evo Morales, en este momento tiene una orden de aprehensión (…) en contra de la legalidad”,. declaró el diplomático.

“Lo que está ocurriendo es que se está poniendo al presidente Evo Morales en un riesgo en una correspondencia casi exacta de lo que fueron los golpes militares en Bolivia hace 35 años”, afirmó Crespo Fernández en entrevista con Víctor Hugo Michel y Azul Alzaga, para MILENIO Televisión.

El embajador lamentó que a pesar de que Morales renunció para evitar la violencia en el país, suceda exactamente lo contrario. “Queman las casas, dañan a las familias, golpean a la gente y es eso precisamente lo que el presidente Evo Morales quiso evitar con su renuncia”, abundó al respecto.

Saqueos, incendios, ataques a casas de opositores y oficialistas, incluida una del propio Morales en la ciudad de Cochabamba, dejaron una noche de auténtico pavor para muchos bolivianos que clamaron ayuda a la policía y las fuerzas armadas, las únicas autoridades que parecen haber quedado en el país.

Esta madrugada, Bolivia vivía un vacío de poder, al haber renunciado quienes podían suceder al presidente, como son el vicepresidente y los jefes de las cámaras de Senadores y de Diputados.

Tras la ola de renuncias la opositora Jeanine Áñez Chávez, segunda vicepresidenta del Senado, anunció que asumirá la presidencia hasta que haya nuevas elecciones.

La legisladora afirmó que será este lunes cuando se reunirá la Asamblea Legislativa Plurinacional que deberá estar de acuerdo en dos terceras partes para que Áñez Chávez asuma la presidencia.

Sin embargo, el Movimiento Al Socialismo (MAS), partido de Morales, tiene la mayoría.



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Con información de Adyr Corral y Sergio Martínez Estrada

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