Michelle Ravell, enfermera de Médicos Sin Fronteras que se encontraba en medio del conflicto armado de Israel contra el grupo radical Hamás, narró su experiencia al llegar a la Ciudad de México y mencionó que aún se encuentra un proceso de asimilación.
"Es una situación horrible. Yo me sentí en peligro muchas veces. Muchas veces pensé que nos iban a asesinar y pensaba en todas las personas que estaban afuera. Miles de personas están siendo asesinadas", así lo informó durante una rueda de prensa.
Michelle Ravell contó que el día del ataque ella tenía planeado salir a tomar un café, sin embargo, nunca imaginó que se convertiría en "una masacre nunca antes vista".
"Los ataques empezaron un sábado. Ese día yo tenía un día normal. Iba a tomar un café, pero a las 6:30 de la mañana empezó el ataque y fueron aproximadamente dos horas escuchando bombardeos. Toda la gente refugiada. Gaza era una ciudad muy poblada. El día del ataque no se escucharon ni las aves", recordó.
¿Qué lugares fueron ocupados cómo refugios?
"La gente se movilizaba a bodegas, escuelas, hospitales, todo lo que pensaban que iba a ser respetado, pero no todos corrieron con suerte. Todos pensamos que el sur iba a ser tranquilo. Miles de lugares fueron destruidos", respondió.
¿Qué consecuencias ha traído la falta de medicamentos?
"No hay anestesia. Hay gente que está siendo apuntada con un poco de paracetamol, no hay agua para lavar heridas, no hay jabón. La falta de medicamentos es terrible. Infecciones de vías respiratorias, diarreas. La falta de sueño, la salud mental se ve afectada", explicó.
¿Qué pasa con los niños que son encontrados solos?
"Los tíos, la familia no nuclear o vecinos son los que se están haciendo cargo de los niños que están solos, es algo muy triste. Los niños heridos. Esos niños que alguna vez jugaron, hoy no juegan, hoy piden por seguir viviendo", lamentó.
¿Cómo llegaba la ayuda humanitaria?
"Hay ayuda humanitaria pero es muy poca. Lo que entra es una gota de agua en un océano. No es para nada suficiente. Hablamos de cosas tan básica como lo es el agua. Te cambia mucho, no hay para beber. La vida en los campamentos es terribles. No hay suficientes cobijas, no hay forma de refugiarte. Pasamos dos días en un estacionamiento", comentó.
¿Cómo fue el apoyo del gobierno mexicano tras el ataque?
"El gobierno estuvo al pendiente y yo les compartía las actualizaciones que yo misma pude experimentar. Me han recibido en la Ciudad de México y se han portado muy bien conmigo", reconoció.
¿Te arrepientes de ir a Gaza?
"Yo no me arrepiento de estar en Gaza. Hay personas que están sufriendo y tienen lo mismo que yo. Son personas que viven al día a día. Yo siempre la organización se trata de ser transparente. El sentimiento de estar en Gaza es una incertidumbre que la puedes tocar", mencionó.
¿Cómo saliste de Gaza?
"Yo llegué a Egipto con el equipo de Médicos Sin Fronteras y de ahí me trasladé a Barcelona y ahí platiqué con el equipo de lo que se hará en Gaza y estuve dos noches para partir a Barcelona y después para llegué a la Ciudad de México", relató.
¿Regresarías a Gaza?
"Mi mamá me dio la vida, pero quienes me mantuvieron viva en Gaza fueron mis compañeros. Ellos arriesgaron su vida. Yo desayunaba unas galletas, un huevo. Les debo mucho. Cuando me sienta bien yo voy a regresar, haré todo lo posible. Voy a agradecer la oportunidad de estar con vida. Seguramente después iré a otra misión", adelantó.
SNGZ