“¿Te vas con tu mamá o con tu papá?” fue la pregunta que le hizo un agente fronterizo a una niña migrante de tres años.
En una instalación de la Patrulla Fronteriza en El Paso, Texas, un agente le dijo a una familia hondureña que uno de los padres sería enviado a México, mientras que otro y sus tres hijos podrían quedarse en Estados Unidos. El oficial se dirigió a la hija menor de la pareja, Sofía, a quien llaman Sofi, y le pidió que tomara una decisión.
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"El agente le preguntó con quién quería ir, si con mamá o papá", dijo su madre, Tania, a la cadena NPR. "Y la niña, que es más apegada a mí, dijo mamá. Pero cuando comenzaron a llevarse a mi marido, la niña comenzó a llorar. El oficial dijo: Dijiste que querías ir con mama”.
Tania y su esposo, Joseph, son parte de un programa de la administración del presidente Donald Trump llamado Protocolos de Protección al Migrante (MPP en inglés), también conocido como "Permanecer en México", que requiere que miles de migrantes centroamericanos esperen en ciudades fronterizas mexicanas mientras resuelven su situación migratoria.
De acuerdo con la cadena NPR, la familia hondureña fue enviada de regreso a México, específicamente a Ciudad Juárez, Chihuahua, por lo que su abogada, Linda Rivas, del Centro de Defensa de los Inmigrantes de Las Américas, pidió que se les retirara del MPP debido a una enfermedad cardíaca de Sofi.
El jueves, la menor fue examinada por un médico quien dijo a los agentes de la Patrulla Fronteriza que la niña tenía un padecimiento grave.
"Me hablaron y me dijeron: Firme aquí, porque les estamos dando permiso a usted y a sus hijos. Y yo dije: Vine con el padre de los niños, y él dijo: No él. Sólo tú y tus hijos. Y el médico dijo que es importante que la familia permanezca [junta], e incluso el médico dijo: Ellos ingresaron como familia y tienen que irse como familia”, platicó Tania a NPR.
El agente insistió en la separación y le preguntó a Sofi con qué padre se quería ir, dijo Tania.
El médico se quedó una hora después de que terminara su turno tratando de evitar la separación, aseguró Tania.
El destino de la familia quedó sin resolver el jueves por la noche. El doctor regresó el viernes por la mañana y trabajó por mantener a la familia unida de otro agente de la Patrulla Fronteriza. Ese mismo día la familia fue liberada.
La familia continuará con su solicitud de asilo en la corte de migración de los Estados Unidos.
"No podemos volver a Honduras", dijo Tania. "Esperamos que los niños puedan estudiar aquí porque en Honduras no hay oportunidades para que los niños vayan a la escuela, para que crezcan. Somos personas honestas. No queremos hacerle daño a nadie. Sólo queremos una oportunidad".
La familia huyó de Honduras después de que Tania fue testigo de la muerte de su madre. Su cuñada también lo presenció y más tarde fue secuestrada, torturada y asesinada para evitar que testificara.
jos