El teniente Ronald Dugarte presentó pruebas en la OEA de torturas aplicadas por el chavismo sólo horas después del informe de Michelle Bachelet.
"Decidí desertar porque no había visto tantas atrocidades, prisioneros que no se les brinda de forma automática servicios médicos y torturados", reveló el militar, conectado por Skype con la sede del organismo, donde se encontraba su secretario general, Luis Almagro, y la venezolana Tamara Suju, defensora de derechos humanos.
Vestido con su uniforme militar, Dugarte presentó los videos grabados en la sede en Caracas de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, incluidas las salas de tortura y las celdas de los militares.
En esa instalación de Boleíta Norte permanecen 70 militares convertidos en presos políticos.
Son varios videos en los que se ve al capitán Juan Carlos Caguaripano negándose a desayunar porque orinaba sangre y ningún médico acudía a verlo.
Otro coronel aparece de rodillas en la celda, con las manos atadas a la espalda y con los ojos vendados. Y así una sucesión de imágenes impactantes, que confirman las denuncias de los organismos de derechos humanos.
Dugarte relató que los presos son torturados con descargas eléctricas, reciben golpes en zonas vitales, les inyectan sustancias desconocidas y se les asfixia con bolsas de plástico.