Las muertes en España por golpes de calor y deshidratación en los meses más calurosos de 2022 —el año más caliente del que se tenga registro— aumentaron un 88% en comparación con el mismo periodo de 2021, informó el Instituto Nacional de Estadística el martes.
La agencia señaló que 122 personas perdieron la vida por golpes de calor y otras 233 murieron deshidratadas entre mayo y agosto del año pasado, cuando las temperaturas se dispararon por una sucesión de olas de calor. En 2021 murieron un total de 189 personas por estas dos causas.
Los datos se dieron a conocer mientras España atraviesa su primera ola de calor oficial del año, en la que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pronostica que las temperaturas alcancen los 44 grados Celsius (111 °Fahrenheit) en buena parte del país hasta el jueves.
Funcionarios del sur del país informaron el lunes que un obrero del campo de 47 años murió por un golpe de calor, el primer deceso de este tipo del que se tenga registro en España en lo que va del año.
La AEMET destacó que las olas de calor se han vuelto más comunes durante el mes de junio en los últimos 12 años.
El gobierno anunció un nuevo departamento encargado de investigar y reducir los efectos de las temperaturas extremas en la salud.
La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico dijo que el aumento de las temperaturas en el país ponía en riesgo a las poblaciones vulnerables, y que se requiere de más trabajo para comprender cómo prepararse para veranos más prolongados y calientes.
El instituto de estadísticas señaló que un total de 157 mil 580 personas fallecieron durante el periodo de mayo a agosto del año pasado, 21% más que en 2019, el último año comparable antes de la pandemia de COVID-19.
La dependencia señaló que el calor excesivo aumentó el número de muertes, en especial entre las personas mayores de 75 años con padecimientos de salud previos como enfermedades pulmonares, diabetes y presión alta.
España ha prohibido realizar trabajos al aire libre durante periodos de calor extremo luego de que un trabajador municipal falleciera en Madrid el verano del año pasado, e impuso temperaturas legales mínimas y máximas para los lugares de trabajo.
El año pasado fue el más caliente del que se tenga registro en España, y la primavera de 2023 también fue declarada la de temperaturas más altas registradas. Actualmente, la Península Ibérica es el territorio más árido de España mientras una prolongada sequía se extiende hasta el verano.
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