Un grupo de personas que participó en las protestas en Roma contra el pasaporte sanitario de covid-19, entre los que había neofascistas, vandalizaron el servicio de Urgencias del hospital Umberto I, hiriendo a cuatro trabajadores.
Se trata de dos enfermeras, una de ellas con un botellazo en la cabeza, y dos agentes de seguridad, según confirmó el consejero de Sanidad de la región del Lacio, Alessio D'Amato, a la televisión pública RAI.
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El consejero aseguró que ha sido una "noche de locura" en el hospital, que sufrió el ataque de unas treinta personas que obligó incluso a los sanitarios a encerrarse para protegerse.
"Después de más de un año de pandemia no es justo vivir estas agresiones", lamentó D'Amato.
El centro de Roma se sumió anoche en el caos debido a los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que acudieron a una protesta contra el pasaporte sanitario, pero entre los que había numerosos militantes del partido neofascista Forza Nuova.
Durante la marcha asaltaron también la sede del mayor sindicato de Italia, la CGIL, y lanzaron petardos y bombas de humo contra la sede del Gobierno, Palacio Chigi, lo que desencadenó la reacción de los antidisturbios, con mangueras de agua a presión y cargas.
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Finalmente se detuvo a doce personas, entre estas el líder nacional de Forza Nuova, Giuliano Castellino, y el responsable romano, Roberto Fiore.
Sin embargo la tensión se trasladó después al hospital Umberto I, donde había sido ingresado uno manifestante herido en las cargas y que avisó a sus compañeros.
Acto seguido a las puertas de Urgencias se congregaron entre 30 y 40 personas "violentas" que intimidaron a los sanitarios.