A un mes de que el gobierno de Venezuela y la oposición, reunida en la Plataforma Unitaria, levantaran intempestivamente la mesa de diálogo que sostenían en México, el presidente Nicolás Maduro aseguró que votar por sus rivales políticos es una condena al fracaso para su país.
"Ejerciendo mi derecho a la libertad de expresión digo, votar por la oposición es condenar a Venezuela al fracaso. La derecha en su odio, divisiones e intereses, no aportan nada al país. La revolución garantiza la paz y la estabilidad. ¡Vota para Ganar! ¡Ganar para Avanzar!", sostuvo el mandatario por medio de redes sociales.
Las declaraciones de Maduro se dan en el marco de las próximas elecciones intermedias en Venezuela, programadas para este domingo, donde se prevén renovar 23 gubernaturas, 335 alcaldías y 253 diputados de los respectivos congresos locales.
La mesa de diálogo que sostenía el gobierno de Nicolás Maduro con la oposición, y que era mediada por Noruega y asistida por los Países Bajos y Rusia, se pactó en el Museo de Antropología a inicios de agosto.
Esto luego de que emisarios de ambos bandos lograron un "Memorando de Entendimiento" para alcanzar acuerdos en temas de urgencia para el país como economía, salud y asistencia social, entre otros.
Sin embargo, todos los acuerdos políticos que se habían conseguido entre ambas partes con el paso de tres sesiones de diálogo convocadas de manera seriada en la Ciudad de México terminaron por ser en vano luego de que, previo a la cuarto encuentro programado a principios de octubre, Maduro ordenó a su delegación, encabezada por Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, que se retirara de forma indefinida del mecanismo de entendimiento.
El motivo señalado por el gobierno bolivariano para levantarse de las mesas de la Ciudad de México, así de la noche a la mañana, fue la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab desde Cabo Verde para enfrentar cargos de lavado de dinero.
Las acusaciones señalan que el blanqueo de capitales de Saab eran en favor de una supuesta red de narcotráfico que opera en el gobierno venezolano y que la DEA (Administración para el Control de Droga, por sus siglas en inglés) ha bautizado como cártel de Los Soles.
De hecho, información de inteligencia de la Agencia Antinarcóticos, coloca al propio Maduro a la cabeza del cártel de Los Soles donde, presuntamente, también habría funcionarios y militares de alto rango enquistados en el servicio público.
Dicha información sirvió para levantar cargos al mandatario venezolano por narcoterrorismo en una corte de Florida y ponerle precio a su captura por 5 millones de dólares.
Cuando Saab iba a ser entregado, en una maniobra de último momento emprendida por el gobierno venezolano en septiembre pasado, desde el Palacio de Miraflores vino una orden para intentar integrar al colombiano nacionalizado venezolano a la delegación de negociaciones en México, lo que de facto pretendía dotarlo de inmunidad diplomática para afrontar su inminente extradición y, de esa manera, ayudar al presunto testaferro de Maduro a evadir los tribunales estadounidenses.
Estrategia que, finalmente, no dio los frutos esperados por el chavismo pues a pesar de toda la presión generada por la maniobra el país africano entregó a Saab a Estados Unidos en octubre pasado donde, por cierto, ya acudió a su audiencia de presentación ante un juez el pasado 15 de noviembre, seis días antes de las elecciones regionales en Venezuela.
Una serie de triunfos para la oposición en estás elecciones regionales reforzarían sus posiciones políticas, que, tienen como principal objetivo sacar a Maduro de Miraflores en el 2025. Mientras que, de ganar los candidatos oficialistas, el gobierno del heredero de Hugo Chávez ganaría una importante dosis de legitimidad y reforzaría su narrativa política.
MJVR