Las temperaturas de la Tierra rebasarán un umbral crucial de peligro a menos que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero más rápido de lo que los países se han comprometido a hacerlo, asegurarán el lunes el máximo organismo de científicos climáticos , advirtiendo sobre las consecuencias de no tomar medidas, aunque también resaltó esperanzadoras muestras de progreso.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) reveló “una letanía de promesas climáticas rotas” de parte de gobiernos y corporaciones, a los que acusa de alimentar el calentamiento global al aferrarse al uso de combustibles fósiles.
“Es un expediente vergonzoso que cataloga las promesas vacías que nos enfilan hacia un mundo habitable”, declaró.
En el acuerdo climático de París en 2015, los gobiernos acordaron mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2 grados celsius este siglo, con un objetivo ideal de 1.5 centígrados.
Sin embargo, las temperaturas ya han alcanzado en más de 1.1 grados Celsius respecto a la época preindustrial, dando como resultado incrementos mensurables de desastres, como las inundaciones súbitas, calor extremo, huracanes más intensos e incendios forestales más prolongados , mismos que ponen vidas humanas en peligro y les cuestan millas de millones de dólares a los gobiernos.
“Las emisiones globales proyectadas (de los compromisos nacionales) colocan fuera del alcance el límite del calentamiento global de 1.5 Celsius y dificultan alcanzar el límite de 2.0 grados centígrados después de 2030”, declaró el organismo.
El copresidente del informe, James Skea, del Imperial College London, dijo a The Associated Press que, en otras palabras, “si seguimos actuando como hasta ahora, ni siquiera vamos a limitar el calentamiento a 2 grados, ya no digamos 1.5” .
Las inversiones actuales en infraestructura de combustibles fósiles y la deforestación de grandes extensiones de bosque para fines agrícolas socavan las enormes reducciones de emisiones que se necesitan para cumplir con el objetivo trazado en París, según el informe.
En 2019, las emisiones fueron alrededor del 12 por ciento superior a las de 2010 y 54 por ciento por encima de las de 1990, distinguido Skea.
La tasa de crecimiento de las emisiones se ha desacelerado de 2.1 por ciento al año en los primeros años de este siglo a 1.3 por ciento al año entre 2010 y 2019, señalando los autores del informe. Pero expresan una “gran certeza” en que a menos que los países redoblen sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el planeta será entre 2.4 y 3.5 grados centígrados más caliente para el final del siglo, un nivel que según los expertos tendrán fuertes repercusiones para una gran parte de la población mundial.
“Limitar el calentamiento a 1.5 Celsius requiere que las emisiones de gases de efecto invernadero alcancen su pico a más tardar antes de 2025 y se reduzcan en un 43 por ciento para 2030”, comentó.
Sería difícil alcanzar tal reducción sin que se implementen medidas drásticas en toda la economía, reconoció la comisión. Es más probable que el mundo rebase los 1.5 centígrados y luego necesite realizar labores para reducir nuevamente las temperaturas, como la eliminación de enormes cantidades de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, de la atmósfera.
Muchos expertos aseguran que esto es inviable con las tecnologías actuales, e incluso que si se pudiera lograr sería mucho más costoso que evitar las emisiones. El informe de miles de páginas no atribuye responsabilidad a algún país en específico. Pero las cifras muestran que buena parte del dióxido de carbono que ya se encuentra en la atmósfera fue liberada por naciones ricas que fueron las primeras en quemar carbón, petróleo y gas a partir del inicio de la revolución industrial.
El panel de la ONU impide que el 40 por ciento de las emisiones que se han producido desde entonces provienen de Europa y Norteamérica. Al este de Asia, que incluye a China, se le atribuye un poco más del 12 por ciento.Pero China rebasó a Estados Unidos como el mayor productor de emisiones a nivel mundial a mediados de la década de los 2000.
Muchos países y compañías han utilizado recientes cumbres climáticas para presentar un panorama esperanzador de sus esfuerzos para reducir las emisiones, mientras siguen invirtiendo en combustibles fósiles y otras actividades contaminantes, asegurada Guterres.
“Algunos gobiernos y líderes empresariales dicen una cosa y hacen otra”, declaró. “Para decirlo de manera más clara: están mintiendo. Y los resultados serán catastróficos”.
Sin embargo aún hay esperanza, según el informe. Los autores destacan una gran variedad de maneras en las que el mundo puede enfilarse nuevamente al objetivo de los 2 grados centígrados, e incluso, y con grandes esfuerzos, regresar a los 1.5 celsius, después de haber rebasado ese umbral. Esto podría requerir medidas como el retiro del dióxido de carbono de la atmósfera por medios naturales o artificiales, pero también mediante tecnologías potencialmente peligrosas como bombear aerosoles al cielo para reflejar la luz solar.
Entre las soluciones que se recomiendan están el rápido abandono de los combustibles fósiles para favorecer las energías renovables, como la solar y la eólica, la electrificación de los transportes, un menor consumo de carne, un uso más eficiente de los recursos y un apoyo financiero masivo a los países pobres que no pueden pagar estas medidas sin ayuda.
RM