El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que tras la pandemia del covid-19, en el mundo 70 millones de personas más se encuentran en pobreza extrema; en México, la pandemia aumentó las vulnerabilidades sociales y la pobreza extrema aumentó en alrededor de 2 millones entre 2018 y 2020,
De acuerdo con el documento “Monitor Fiscal, abril 2022”, el apoyo del gobierno en México fue limitado, de sólo 0.7 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2020, en comparación con otras economías de mercados emergentes; no obstante, aunque el apoyo fue limitado, había más personas en condiciones de pobreza extrema si no hubieran existido transferencias sociales.
El organismo internacional aseveró que la evidencia disponible entre países de las redes de seguridad social antes de la pandemia muestra que la alta cobertura y la adecuación de los programas de asistencia social son importantes para la reducción de la pobreza, pero reconoció que las experiencias de los países difieren significativamente, debido a varios factores, incluidas las limitaciones financieras y de capacidad en cada nación.
Agregó que a pesar de que a nivel mundial las cuantiosas transferencias del gobierno para enfrentar la pandemia, el consumo privado disminuyó, reflejando restricciones de movilidad y motivos de precaución, y el ahorro de los hogares aumentó considerablemente.
En México, donde el apoyo del gobierno fue limitado, el aumento del ahorro de los hogares fue impulsado por mayores recortes en el consumo, transferencias personales y remesas del exterior.
Deuda mundial total aumentó hasta 256 por ciento del PIB mundial
El FMI advirtió que en 2020, la deuda total (pública más privada no financiera) aumentó 28 puntos porcentuales, hasta 256 por ciento del PIB mundial y más de la mitad de este aumento se produjo en los balances públicos, y la deuda pública ahora representa 40 por ciento de la deuda mundial total.
Así, alertó, la política fiscal está operando en un ambiente altamente incierto, bajo la presión de una pandemia prolongada, las consecuencias económicas de una guerra que estalló recientemente y una inflación elevada.
Transferencia a los más vulnerables
En este contexto, el Director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, Vitor Gaspar, refirió que el mundo está enfrentando una alta inflación, provocada por las secuelas de la pandemia, pero también por la guerra, especialmente por precios más altos de productos básicos y energéticos.
En videoconferencia para presentar el documento “Monitor Fiscal, abril 2022”, mencionó que esto es relevante porque afecta a los más pobres, pues cerca de 60 por ciento de los ingresos de los hogares se destina al consumo de alimentos, cuando en economías avanzadas el porcentaje es de 10 por ciento.
Ante esta situación, el funcionario del FMI aseguró que si bien el espacio fiscal es limitado, los gobiernos deben proteger a los más vulnerables, con medidas temporales, focalizadas y transparentes.
“Estamos a favor de medidas temporales y focalizadas, transferencias directas a la gente porque eso permite que la gente tenga acceso a alimentos, mientras que, al mismo tiempo, permite que el mecanismo de mercado trabaje para promover la oferta de alimentos sin que envíe señales sobre escasez”, apuntó.
RM