Esta mañana, el papa Francisco saludó en el Vaticano a la señora María Herrera Magdaleno, originaria de Pajacuarán, Michoacán, madre de ocho hijos, de los cuales, cuatro permanecen desaparecidos desde hace más de una década: Raúl, Salvador, Luis Armando y Gustavo.
El Santo Padre bendijo, en la persona de la señora Herrera, a todas las madres y familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos y ella en representación de miles de familias entregó información sobre el contexto de la desaparición forzada en el país, así como sobre el rezago forense de los más de 50 mil cuerpos y restos sin identificar.
La Compañía de Jesús y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, quienes acompañaron a la señora María Herrera al vaticano, señalaron que el encuentro constituye un llamado a los gobiernos a buscar a todas las personas desaparecidas, a identificar a las personas que aún no han recibido digna sepultura por la crisis forense y a adoptar políticas públicas efectivas para reducir la violencia.
También, es una invitación a las iglesias, comunidades de fe y a la sociedad a desarrollar mayor empatía con las víctimas de la violencia.
En su visita a Roma, María Herrera también recibió, para todas las familias que buscan a sus desaparecidos y desaparecidas, palabras de consuelo del Emmo. Cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral; del General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, S.J.; de Mónica Joseph, RJM, Superiora General de Jesús María; y del arzobispo anglicano Ian Ernest.
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