El papa Francisco ofreció una disculpa histórica a los pueblos indígenas por los abusos “deplorables” que sufrieron en los internados católicos en Canadá y dijo que espera visitar el país a finales de julio para expresar su disculpa en persona a sobrevivientes de esa política eclesial de proselitismo.
Francisco pidió perdón durante una audiencia con miembros de las comunidades metis, inuit y de Primeras Naciones, quienes viajaron a Roma en busca de una disculpa papal y un compromiso de la Iglesia católica de reparar los daños causados. El primer papa oriundo de América dijo que esperaba visitar Canadá alrededor de la Fiesta de Santa Ana, que se celebra el 26 de julio.
Más de 150 mil niños indígenas en Canadá fueron forzados a asistir a escuelas cristianas financiadas por el estado desde el siglo XIX hasta la década de 1970, en un esfuerzo por aislarlos de la influencia de sus hogares y su cultura. El objetivo fue cristianizar y asimilarlos a la sociedad mayoritaria, que gobiernos canadienses previos consideraban superior.
El gobierno canadiense ha admitido que abundaron los abusos sexuales y físicos en los internados, como estudiantes golpeados por hablar en sus idiomas nativos. Ese legado de abusos y aislamiento de las familias ha sido mencionado por los líderes indígenas como la causa central de la epidemia de alcoholismo y drogadicción que ahora viven las reservaciones indígenas en Canadá.
Luego de escuchar sus historias toda la semana, Francisco admitió ante los grupos indígenas que el proyecto colonial arrancó a niños de sus familias, cortando sus raíces, tradiciones y cultura y provocando un trauma intergeneracional que aún se siente. Dijo que ese trato fue en sentido contrario al mismo evangelio que el sistema de escuelas residenciales decía promover.
“Por la conducta deplorable de esos miembros de la Iglesia católica, pido el perdón del Señor” dijo Francisco. “Y quiero decirles a todos ustedes desde el fondo de mi corazón que siento un gran dolor. Y me uno a los obispos canadienses en la disculpa”.
El viaje a Roma de los líderes, ancianos y sobrevivientes indígenas estaba preparándose desde hace años, pero ganó fuerza el año pasado tras el descubrimiento de centenares de tumbas anónimas en las afueras de algunas de las escuelas residenciales en Canadá. Los tres grupos se reunieron separadamente con Francisco durante horas esta semana, narrándoles sus historias, culminando con la audiencia el viernes.
ledz