Pasaportes digitales ante covid-19 en Europa; ¿Cuáles son los planes y qué desafíos tienen?

El continente se ve enfrentado entre la urgencia de algunas naciones integrantes y la desconfianza de otras ante la veracidad de los datos.

La posible aplicabilidad de los pasaportes sanitarios está generando dudas en algunos expertos. | AFP
Editorial Milenio
España /

Mientras Europa se apresura a crear un sistema de pases sanitarios digitales para salvar la temporada de vacaciones de verano, los obstáculos técnicos y políticos están mostrando el gran reto al que se enfrenta el mundo a la hora de crear estas plataformas, dicen personas que participan en el esfuerzo.

Los desarrolladores están lidiando con cuestiones que van desde lo práctico, que contempla qué aceptar como prueba de estar libre de covid-19, y hasta lo filosófico, incluyendo debates sobre la discriminación y la privacidad personal.

Los países del sur que dependen del turismo, como España, Grecia y Portugal, claman por una rápida puesta en marcha del prometido "pase verde digital" de la Unión Europea (UE), alegando que sus economías no soportarán la pérdida de otra temporada de verano.

Por su parte, desde la UE tiene previsto adjudicar este mes un contrato para un sistema central de verificación de los pases digitales, que empleará códigos QR que podrán escanearse en una aplicación para teléfonos inteligentes. Además, proporcionará una plantilla para ayudar a los países miembros a desarrollar sus propias aplicaciones, aunque algunos ya han preparado sus propias versiones.

La plataforma se pondrá en marcha en junio tras pruebas en mayo, pero los países del norte, menos dependientes del turismo, advierten que lanzar una solución viable con tanta rapidez será un esfuerzo, sobre todo teniendo en cuenta el número de participantes en el bloque de 27 países.

"Es un calendario agresivo y requiere cooperación", dijo Mats Snall, director de la iniciativa sueca de pasaportes digitales para vacunas.

¿Qué problemas faltan por resolver?

La lista de cuestiones sin resolver en el sistema de pasaporte de vacunas es larga, debido a que aún no hay consenso sobre si las pruebas de anticuerpos proporcionan una prueba suficiente de que una persona que se ha recuperado del coronavirus es inmune, dicen las fuentes implicadas en los esfuerzos.

Adaptar el plan a los visitantes extranjeros también representa un reto, después de que la presidenta del organismo continental, Ursula von der Leyen, dijo el domingo al New York Times que la UE abriría sus puertas a los estadunidenses vacunados este verano.

Los estados miembros también se preocupan por la seguridad de la información personal, aunque la UE ha prometido que los certificados en línea contendrán los datos mínimos: nombre, fecha de nacimiento, la información sanitaria específica, su fecha de emisión y un código identificador único.

Y aunque los pasaportes para vacunados no se han convertido en un tema político como en Estados Unidos -donde los políticos de derecha denuncian la idea como un atentado contra la libertad personal-, la preocupación por el seguimiento digital es enorme.

Los datos introducidos en los certificados digitales serán fácilmente falsificables, advirtió Michael Veale, profesor de derechos digitales y regulación en el University College de Londres.

Al mismo tiempo, formar y equipar al personal de toda Europa para verificar los certificados podría resultar imposible en la práctica, creando una forma de "teatro de la seguridad" que es más intrusiva que útil en la práctica, añadió Veale.

Los planes que están tomando los países europeos

La disputa sobre los pasaportes para vacunados se asemeja a los debates del año pasado sobre las aplicaciones de rastreo de contactos, que algunos expertos pensaron que podrían ayudar a frenar la pandemia, pero que en su mayor parte fracasaron debido a las disputas técnicas, la falta de aceptación y las enormes olas de infección que las hicieron irrelevantes.

Pero los pasaportes para vacunas son intrínsecamente más sencillos: a diferencia de las aplicaciones de rastreo de contactos, no necesitan comunicarse con otros teléfonos ni rastrear los movimientos de ninguna manera.

En su lugar, una tarjeta sanitaria digital, emitida por un médico o un centro de salud, incluiría un código QR con información preautentificada que atestigua que el viajero se ha vacunado contra el covid-19 o ha recibido un resultado negativo en la prueba PCR.

Los Estados miembros de la UE están creando aplicaciones para que los individuos carguen el código QR en sus teléfonos inteligentes. Los funcionarios dispondrían de aplicaciones de comprobación independientes: un resultado "verde" significaría que el certificado es válido, "rojo" sería inválido.

La plataforma de la UE garantizaría que, por ejemplo, la aplicación alemana pueda leerse fácilmente en Portugal.

Estonia, que ya probó el año pasado un pasaporte digital de inmunidad para los centros de trabajo, es considerada en Bruselas como la más avanzada en la creación de su propia aplicación nacional, pero otros no se quedan atrás.

Francia acaba de añadir una función a su aplicación de rastreo de contactos del coronavirus que permite a los usuarios cargar los resultados de las pruebas recientes y las pruebas de su vacunación. Se está probando inicialmente en los vuelos a Córcega.

Alemania está empezando a crear una aplicación independiente para proporcionar pruebas de la vacunación, pero tiene previsto incorporar el certificado digital a través de una función de cartera en la aplicación Corona-Warn, lanzada el año pasado para permitir el rastreo de contactos, dicen las fuentes.

España es uno de los defensores más acérrimos del pase verde digital, al que considera una forma segura de facilitar la movilidad tras haber perdido más del 80 por ciento de sus visitantes extranjeros en 2020, la cifra más baja en 51 años.

"España no puede permitirse otro verano como el de 2020", dijo una fuente del Ministerio de Turismo. "Las autoridades portuarias y aeroportuarias ya han contratado los servicios necesarios para implantar y reconocer el certificado digital".

​OMZI

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