El presidente Joe Biden trató de calmar el jueves las preocupaciones de los estadunidenses sobre la fortaleza de la economía, luego de que nuevos datos mostraran que la actividad se contrajo durante dos trimestres consecutivos.
Biden y altos funcionarios de la Casa Blanca destacaron varios hechos positivos sobre la economía de Estados Unidos, como las elevadas tasas de contratación, el menor nivel de desempleo en 50 años y las inversiones de las industrias.
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"Esto no me parece una recesión", dijo Biden a periodistas.
La ansiedad por la economía podría hundir a los demócratas durante las elecciones de medio periodo del 8 de noviembre, cuando se juegan el control del Congreso.
El índice de aprobación del presidente ha caído a un mínimo histórico del 36 por ciento, según una encuesta de Reuters/Ipsos, y la economía figura entre las principales preocupaciones de los votantes a medida que aumentan las facturas de alimentos, gas y vivienda.
Si bien la segunda caída trimestral consecutiva del PIB cumple con una definición estándar de una recesión, la Casa Blanca, la Reserva Federal y muchos economistas creen que las condiciones generales no están cerca de cumplirse, dado el fuerte gasto de los consumidores y la solidez del mercado laboral.
Asesores de Biden atribuyen el menor crecimiento a que la Reserva Federal subió las tasas de interés cuatro veces este año para frenar la inflación más alta de décadas, y en momentos en que las empresas frenan brevemente la marcha para reabastecer sus inventarios.
"No sorprende que la economía se esté desacelerando mientras la Reserva Federal actúa para reducir la inflación", dijo Biden en un comunicado anterior.
"Estamos en el camino correcto y saldremos de esta transición más fuertes y seguros", sostuvo.
Los nuevos datos del Departamento de Comercio estimaron que el Producto Interno Bruto cayó a una tasa anualizada del 0.9 por ciento el trimestre pasado, una baja sorpresiva ante el cálculo de los economistas que apuntaba a un avance de 0.5 por ciento.
FS