Al rapero Pablo Hasél le siguen lloviendo peticiones de condenas y la última ha sido hoy, luego de que la Fiscalía española solicitara cinco años y tres meses para el catalán y un grupo de personas a las que se les acusa de atacar la Subdelegación del Gobierno de Lérida (Cataluña) y a policías autonómicos que la resguardaban, durante una manifestación por la detención del expresidente huido Carles Puigdemont en Alemania.
De acuerdo al auto judicial, el ministerio público acusó a los manifestantes de los delitos de atentado a la autoridad, lesiones y desórdenes públicos, por lo que pide además que sean sancionados con 3 mil 600 euros (casi 90 mil pesos) de multa y a indemnizar al institución, a la Consejería de Interior y a los agentes afectados por los daños y heridas causados.
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Los hechos se produjeron el 26 de marzo de 2018 y uno de los cabecillas era el rapero de 33 años, más famoso por sus conflictos con la justicia que por su música.
Hace unos días, la Audiencia Provincial de Lérida (Cataluña) confirmó una nueva condena para Hasél, en prisión desde hace dos semanas por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona española. En este caso, la sentencia es de dos años y medio por amenazar a un testigo en un juicio, sumándose a la primera de nueve meses.
En el momento de su detención, el rapero, que en realidad se llama Pablo Rivadulla, se atrincheró en la Universidad de Lérida y de ahí fue sacado por la policía para ser llevado a la cárcel de Ponent. Su encarcelamiento ha desatado una oleada de protestas en Cataluña y el resto de España.
La primera condena al rapero, que está en trámite, es por publicar en las redes sociales varias de sus canciones en las que alababa los ataques de la banda terrorista vasca ETA y Al Qaeda, entre otros, y pedía que se atentara contra políticos del Partido Socialista y el Partido Popular.
OMZI