Un video tomado por un transeúnte, que salió a la luz la semana pasada, muestra a los agentes apuntando sus armas y gritando órdenes y obscenidades a una familia afroamericana. Los padres dicen que su hija de cuatro años había tomado una muñeca de una tienda sin que ellos se dieran cuenta.
La tienda decidió no presentar cargos.
La pareja presentó un reclamo de 10 millones de dólares al municipio por presunta violación de sus derechos civiles como precursor de una demanda judicial. Se desconoce la raza de los agentes.
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Horas antes, la policía difundió un video de vigilancia en apoyo a su argumento de que los dos adultos y no sólo la niña, estaban robando en la tienda.
El video es difícil de interpretar porque ha sido editado y los rostros están borrosos. Muestra a un hombre que toma un objeto de un anaquel y lo examina, pero no está claro qué sucede con el paquete cuando él sale del cuadro.
Otro video breve muestra a una niña con una muñeca en su caja mientras sale de la tienda acompañada por adultos.
La jefa de policía de Phoenix prometió efectuar cambios en su departamento, en medio de los abucheos de cientos de vecinos reunidos para discutir el incidente policial grabado en video que se volvió viral y que ha provocado indignación en todo Estados Unidos.
La municipalidad convocó a la asamblea, realizada el martes por la noche en una iglesia céntrica, tras la difusión del video tomado por un transeúnte en el que observa a policías apuntando sus armas y gritando obscenidades hacia la familia negra. Dravon Ames y su novia embarazada Iesha Harper, quien tenía en brazos a su hija de un año, dicen que su hija de cuatro años robó una muñeca de una tienda sin que ellos se dieran cuenta.
"El cambio verdadero comienza en la comunidad", dijo la jefa policial, Jeri Williams, a una multitud, por momentos hostiles integradas, principalmente por negros e hispanos.
"¡El cambio verdadero comienza con el despido de los agentes! ¡Despídanlos!", gritó una mujer hacia el escenario ocupado por Williams, quien también es negra, sentada junto a la alcaldesa Kate Gallego y otras autoridades municipales.
Williams, quien en ocasiones lucía abrumada, aseguró a los presentes que la asamblea no sería la última. "Venimos a escuchar, venimos a efectuar cambios", dijo.
Ames habló brevemente y recibió aplausos al decir que él y su familia tenían suerte de estar vivos luego de semejante incidente.
También hablaron el padre de Jacob Harris, un hombre negro de 19 años abatido fatalmente por un agente en enero luego de un robo a mano armada en un restaurante, y otros que perdieron a seres queridos en tiroteos con participación de la policía.
Según una declaración policial acerca del incidente, que sucedió a fines de mayo, Dravon Ames dijo a la policía que él arrojó un par de calzoncillos robados fuera de su auto. La policía también dice que una mujer en otro vehículo fue arrestada por robar papel de aluminio.
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