Es una exageración hablar del final de las oficinas por el coronavirus

A medida que la pandemia de covid-19 desalojó a los trabajadores, los evangelistas de la tecnología propusieron que puedan soltar permanentemente los lazos ásperos de sus escritorios.

La era digital permitió la explosión de múltiples actividades que pueden hacerse desde casa. (Reuters)
Consejo Editorial
Londres /

La oficina alguna vez se sintió como una parte inextricable del paisaje urbano moderno. Edificios como el Gherkin, el Chrysler Building y el Fox Plaza son declaraciones del poder del trabajo de cuello blanco: monumentos a los administradores, empleados y codificadores, escritos en vidrio, acero y concreto y rebosante de sillas con ruedas.

Sin embargo, a medida que la pandemia de coronavirus desalojó a los trabajadores, los evangelistas de la tecnología propusieron que puedan soltar permanentemente los lazos ásperos de sus escritorios. La oficina especialmente diseñada —una invención de las empresas mercantiles del siglo XVIII— está pasada de moda, argumentan.

En una era de videollamadas, mensajes instantáneos en equipo y documentos compartidos, no es necesario estar en la misma ciudad, país o zona horaria para colaborar con colegas. Pero sería un error tratar el futuro de la oficina como una opción binaria. Los empleadores deben tomarse el tiempo para considerar cómo estos edificios pueden servir mejor a sus negocios.

Existen beneficios evidentes para empleadores y empleados por igual en la idea de una oficina completamente virtual. Las grandiosas sedes en las ciudades capitales pueden ser un símbolo de éxito, pero deshacerse de ellas le permite a las compañías reducir los costos y los problemas. 

Dado que la infraestructura para trabajar de forma remota es estándar en la actualidad, hay pocos gastos adicionales. Muchos trabajadores también pueden celebrar el fin de los desplazamientos a sus trabajos y los almuerzos en el escritorio de sus colegas que los distraen.

Pero la creciente demanda de trabajo conjunto en los últimos años —y la ubicuidad de los trabajadores de cuello blanco en las cafeterías antes de eso— muestra que el espacio físico tiene cualidades de las que carece el digital. Incluso para los trabajadores de oficina en industrias como la consultoría, que se puede realizar de manera predominante a través de internet, es popular tener un lugar en dónde reunirse con los clientes y compartir ideas.

También hay una dimensión social. La proximidad física con los compañeros de trabajo y la dirección es importante.

ledz

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