En España, PP está en escándalo ante supuesto espionaje contra Díaz Ayuso

La polémica ocurre luego de unos contratos que hizo el gobierno madrileño a una empresa ligada a una amigo de la familia de la líder y figura del partido político.

Isabel Díaz Ayuso. | EFE
José Antonio López
España /

Es el escándalo político en España que no tiene precedente, se trata de la guerra declarada en el conservador Partido Popular (PP) que no ha hecho más que empezar, luego de que se conociera que el bloque supuestamente habría ordenado espiar a la actual presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que es la mayor rival de su líder, Pablo Casado, aunque en el sector político niega espionaje.

Díaz Ayuso, tras arrasar en las elecciones de Madrid, es la mayor adversaria político de Casado. Le opaca en cada acto, le contradice, y quiere ser además presidenta del PP de Madrid, por lo que ha exigido que el Congreso se celebre ya. 

La dirección del partido prefiere tomárselo con calma, pero está consciente de la amenaza que representa Ayuso, la persona más popular en el PP.

Ahora, la guerra entre la dirección nacional del PP y Díaz Ayuso, es ya imparable y de consecuencias inciertas. Hay acusaciones de espionaje, que el PP desmintió, contra la dirigenta madrileña por un contrato de 1.5 millones de euros en cubrebocas que el Gobierno regional adjudicó a un amigo de su pueblo, Sotillo de la Adrada, por el que el partido sospecha que el hermano de Ayuso, Tomás, habría cobrado una comisión de 280 mil euros, según la prensa local.

La dirección nacional del partido investiga este millonario contrato desde octubre. En la calle Génova, donde se ubica la sede nacional del PP, llamaron a Díaz Ayuso para que diera explicaciones sobre esos supuestos contratos irregulares, según publica este jueves El País. La presidenta regional se habría limitado a responder que si tenían alguna sospecha que preguntasen a su hermano, Tomás Díaz Ayuso.

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, aseguró que en octubre le informaron a Díaz Ayuso que estaban investigando el contrato, que le invitaron a aportar más información, y que hasta ahora no hay nada.

“Bueno, sí, una campaña de difamación y acusaciones contra el partido y nuestro líder, Pablo Casado”, quien recibió por parte de Ayuso “ataques casi delictivos”. Por ello el PP abrirá expediente a la presidenta madrileña.

Desmintió “de forma tajante y sin reservas” que el PP contactara con ningún detective, ni haya elaborado ningún dossier contra Ayuso.

Afirmó que los ataques vertidos por Ayuso, en las que atacó directamente a Casado, ya están en manos de los servicios jurídicos del PP y que se tomarán las acciones pertinentes. “La verdad se abre paso y la justicia prevalecerá”, sostuvo.

Antes, la presidenta madrileña dijo que “unos y otros” le están haciendo pagar con acusaciones a su familia “tener ahora 65 escaños” y que está tranquila porque ella no ha hecho nada indebido. “Como no han podido acabar conmigo van contra mi familia”, expresó.

“Nunca pude imaginar que la dirección general de mi partido iba a actuar de un modo tan cruel e injusto. No puede haber nada más grave que acusar a alguien de la propia casa de corrupción sin pruebas y metiendo de por medio a mi familia”, afirmó.

Pero Ayuso también admitió lo más importante, es decir, reconoció que la relación comercial entre la empresa Priviet Sportive SL., a la que su gobierno adjudicó el contrato de 1.5 millones de euros, y su hermano existió y que éste cobró una comisión que regularizó ante Hacienda.

“Pregunté a mi hermano, quien me confirmó que había mantenido relaciones comerciales con esa empresa y que todo era completamente legal. Que todo está regulado ante Hacienda y declarado”, confesó.

Por otro lado, tal como recoge El Confidencial, uno de los principales implicados en la operación para derribar a la dirigente madrileña sería Ángel Carromero, actual director general de Coordinación del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y que tiene un vínculo directo con Pablo Casado y García Egea, número dos del PP.

Las averiguaciones habrían comenzado en octubre, para tratar de conseguir información sobre las facturas emitidas por Priviet Sportive SL y el hermano de Ayuso, además de los movimientos bancarios de ambos.

El contrato en cuestión al amigo de la familia Díaz Ayuso se adjudicó sin concurso público el 1 de abril de 2020, aprovechando los procedimientos de urgencia del primer estado de alarma. Priviet Sportive SL se dedicaba al negocio textil y ganadero, y no tenía ninguna experiencia previa en el sector sanitario ni tampoco había trabajado antes con la Comunidad de Madrid.

Esta adjudicación por el procedimiento de urgencia es la primera y única relación contractual entre esta empresa y la administración regional.

La "rebelde por naturaleza" que se abrió paso por Twitter

Ayuso, quien se califica de “rebelde por naturaleza”, hasta hace poco, era una auténtica desconocida. Se supo de ella por primera vez cuando se publicó que era la que estaba detrás de la cuenta de Twitter del perro “Pecas”, la mascota de la ex presidenta Esperanza Aguirre, con la que trabajó.

Después fue apoyada por Casado para ser candidata a la Comunidad de Madrid, perdió las elecciones, pero gracias al apoyo del partido Ciudadanos pudo gobernar. El año pasado, hambrienta de poder, convocó elecciones y arrasó. Ahora gobierna en solitario.

A partir de ese momento su popularidad creció, opacó a Casado, con el que se distanció e incluso borró de su agenda telefónica a García Egea.

Aunque muchos quieren verla como candidata a sustituir a Casado para dar el salto a aspirar a la presidencia del país, es decir, contender ante el presidente socialista Pedro Sánchez, ella dice que no es su objetivo. Nunca se sabe.

Detrás de Isabel Díaz Ayuso está su principal consejero y mentor, Miguel Ángel Rodríguez, ex secretario de Estado de Comunicación de José María Aznar en su época de presidente. Cuenta él que cuando conoció a Aznar se propuso que llegara a la casa presidencial de La Moncloa. Así fue.

Desde la dirección nacional del PP acusan a Rodríguez, de haber urdido "un montaje" de un supuesto espionaje a Ayuso para desviar la atención de un presunto caso de corrupción.


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