El presidente Miguel Díaz-Canel llamó a los cubanos a seguir "avanzando con la voluntad de resistir" ante la crisis energética que padece la isla que hoy cumplió una semana con fábricas paralizadas, restricciones al transporte de pasajeros y escasez de gasolina, aunque sin apagones de larga duración.
"Con la entrada de un barco de combustible el sábado, el país se adentra en la segunda etapa que se había explicado la semana pasada, pero todavía no es un momento de normalidad, porque se trata de una cantidad inferior a la que demanda la economía", advirtió.
Agregó que "tenemos que mantener las medidas (de austeridad) de manera tal que podamos prolongar el uso de ese combustible lo más posible hasta la llegada de otros cargamentos a finales de septiembre y en octubre".
"Esta pelea se gana con mucha organización, con mucha disciplina, y potenciando la austeridad y el ahorro", consideró el mandatario cubano, quien la semana pasada informó a la nación que debido al "cerco económico" de Estados Unidos fallaron las negociaciones con navieras extranjeras que transportan combustible de Venezuela a la isla.
"Hay que retomar medidas que en su momento fueron útiles", dijo Díaz-Canel aludiendo a la crisis de los años 90 tras la caída de la aliada Unión Soviética, cuando los cortes de electricidad llegaron a 16 horas diarias y los cubanos se acostaban soñando con comida.
La vocera de la oposición interna, Rosa María Payá, declaró que los líderes cubanos "son incapaces de sacar al país de la situación en la que ellos mismos lo han sumido" e instó a los isleños a "levantarse de una vez por todas y exigir un cambio".
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