Miles de personas se movilizaron el 13 de junio por la noche en múltiples ciudades brasileñas, oponiéndose a un polémico proyecto de ley en el Congreso que equipara el aborto a un homicidio e impone hasta 20 años de cárcel para abortos realizados después de las 22 semanas de gestación, incluso en casos de violación.
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La propuesta fue llevada al pleno de la Cámara de Diputados sin el usual debate en comisiones, gracias a la presión de poderosos grupos conservadores, lo que alarmó a sectores progresistas.
En una plaza iluminada por velas en el centro de Río de Janeiro, los manifestantes corearon "Niña no es madre" y mostraron pancartas con la consigna "Es por la vida de las mujeres".
"Es indignante que el Congreso defienda más los derechos de un feto que el de una niña que ha sido violada", declaró Vivian Nigri a AFPTV durante la protesta.
Desde Ginebra, Elizabeth Throssell, vocera de la oficina de Derechos Humanos de la ONU, expresó preocupación por la falta de debate del proyecto en las comisiones parlamentarias, indicando que esto es crucial para evaluar sus implicaciones en los derechos humanos.
Actualmente, el Código Penal de Brasil no castiga el aborto en casos de violación y no establece un límite de tiempo para que las víctimas puedan interrumpir el embarazo. También permite el aborto en casos donde la vida de la gestante esté en riesgo o si el feto tiene malformaciones cerebrales graves.
Fuera de estas excepciones, el aborto puede conllevar penas de hasta cuatro años de prisión. Sin embargo, la reforma propuesta por la influyente bancada evangélica considera "homicidio simple" cualquier aborto practicado después de la semana 22, incluso si se trata de embarazos resultantes de violación. La pena por este delito podría oscilar entre seis y 20 años de prisión, lo cual es el doble de la pena que enfrenta un violador.
Este cambio legislativo afectaría gravemente a niñas y jóvenes violadas, que a menudo no informan del abuso o no detectan su embarazo hasta mucho después de ocurrido el hecho. Datos oficiales indican que cada 15 minutos una menor de 13 años es violada en Brasil y que alrededor de 20,000 niñas menores de 14 años se convierten en madres anualmente.
La votación del proyecto en la Cámara de Diputados aún no tiene fecha programada.
Throssell también recordó que un comité de la ONU recomendó recientemente a Brasil descriminalizar el aborto en todos los casos y asegurar que las niñas y mujeres puedan acceder a abortos seguros.
Las protestas también se realizaron en Sao Paulo, Brasilia y Florianópolis, según se pudo ver en imágenes difundidas en redes sociales y medios de comunicación.
VHIT