Las agencias de inteligencia estadunidenses creen que, si bien el presidente ruso fue en última instancia responsable de la muerte del líder opositor Alexei Navalny, no ordenó directamente su asesinato en febrero, informó el sábado el Wall Street Journal.
Esa conclusión, que según el diario se basó tanto en inteligencia clasificada como en un análisis de hechos públicos, plantea nuevas preguntas sobre la muerte de Navalny en un remoto campo de prisioneros del Ártico, que condujo a una nueva ronda de sanciones contra la Rusia del presidente Vladimir Putin.
Entre esos hechos figura la muerte del líder opositor a mediados de febrero, que eclipsó la reelección de Putin un mes después.
- Te recomendamos Convocan a protesta contra Putin durante jornada electoral en nombre de Navalny Internacional
La CIA y otras agencias de inteligencia estadunidenses piensan que probablemente Putin no ordenó la muerte "en ese momento", aunque no por ello deje de ser el responsable último de la suerte corrida por Navalny, dijo el diario citando a fuentes cercanas al caso.
Funcionarios europeos informados sobre esta publicación se mostraron escépticos respecto a que el disidente de 47 años pudiera haber sido atacado sin el conocimiento previo de Putin, dados los estrictos controles existentes en la Rusia actual, señaló el diario.
"No se equivoquen. Putin es responsable de la muerte de Navalny", dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, luego que se divulgara la sorpresiva noticia del fallecimiento.
¿Cómo fue la muerte de Alexei Navalny?
El servicio penitenciario ruso dijo que Navalny se desplomó el 16 de febrero mientras estaba realizando un paseo dentro del recinto penitenciario y que los intentos de reanimarlo fueron vanos.
El dirigente opositor parecía relativamente sano y de buen humor cuando se lo vio en un video apenas un día antes. La semana anterior se había hablado de negociaciones de alto nivel respecto a un intercambio de prisioneros que lo involucraban.
Navalny cumplía una sentencia de 19 años de prisión por cargos que él y sus partidarios calificaban de inventos.
Anteriormente había sobrevivido a un envenenamiento que investigadores estadunidenses y de otros países atribuyeron al Kremlin. Moscú ha negado su culpabilidad en el envenenamiento o en su muerte.
aag