El presidente ruso Vladimir Putin reconoció el miércoles que su "operación militar especial" en Ucrania está tomando más tiempo de lo previsto, pero indicó que ha tenido éxito con la captura de territorios ucranianos y añadió que las armas nucleares de su país sirven como herramienta de disuasión en el conflicto.
"Por supuesto, podría ser un proceso largo", comentó Putin sobre la guerra que empezó el 24 de febrero y que ha desplazado a millones de personas de sus hogares, y causado decenas de miles de muertos y heridos. A pesar de que el conflicto se ha prolongado por más de 9 meses, el mandatario ruso no mostró señales de que cederá, y prometió "pelear consistentemente por nuestros intereses” y "protegernos con todos los medios disponibles". Reiteró su afirmación de que no tuvo más opción que enviar soldados, ya que durante años los países de Occidente respondieron a las exigencias de seguridad de Rusia con "escupitajos en la cara".
En declaraciones al Consejo de Derechos Humanos de la presidencia, Putin dijo que la toma de tierras es "un resultado significativo para Rusia”, y que el "mar de Azov se ha convertido en el mar interior de Rusia". En una de sus frecuentes referencias históricas a un líder ruso que admira, añadió que "Pedro el Grande luchó para tener acceso" a dicho mar.
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Después de fracasar en su intento de capturar Kiev ante una férrea resistencia ucraniana, Rusia ocupó amplias franjas del sur de Ucrania al inicio de la invasión y capturó la importante ciudad portuaria de Mariúpol en mayo tras un asedio de casi tres meses. En septiembre, Putin se anexó de manera ilegal cuatro regiones ucranianas, aunque sus fuerzas no llegaron a controlarlas por completo. Estas fueron: Jersón y Zaporiyia en el sur, y Donetsk y Luhansk en el este. En 2014, se había anexado ilegalmente la Península de Crimea.
En respuesta al creciente flujo de armas avanzadas y de ayuda económica, política y humanitaria por parte de países de Occidente a Kiev, y a lo que considera declaraciones incendiarias de mandatarios occidentales, Putin ha insinuado periódicamente el posible uso de armas nucleares. Y cuando un miembro del Consejo de Derechos Humanos le pidió que prometiera que Rusia no sería la primera en usar armas nucleares, Putin dijo que Rusia no podría usar esas armas en absoluto si prometiera no ser la primera y luego sufriera un ataque nuclear.
"Si no las usa primero en circunstancia alguna, significa que no será la segunda en usarlas porque la posibilidad de usarlas en caso de un ataque nuclear a nuestro territorio se vería fuertemente limitada", señaló Putin.
El mandatario ruso rechazó las críticas occidentales de que tales declaraciones equivalen a amenazas nucleares, afirmando que no eran "un factor que provoque una escalada de los conflictos, sino un factor de disuasión".
"No estamos locos. Tenemos plena conciencia de lo que son las armas nucleares", dijo Putin. "Las tenemos y son más avanzadas que las de cualquier otra potencia nuclear".
MO