Un ciclón extratropical se acerca a las costas de Chile, por lo que la autoridad exhorta a resguardarse ante el fenómeno metereológico, que no debe confundirse con una tormenta aunque sean similares.
Cualquier tipo de ciclón es impulsado por la energía generada por el calor del océano, que interactúa con la presión de la atmósfera, y provoca lluvias, ráfagas de viento, según el Laboratorio Metereológico y de Oceanografía del Atlántico (NORA, por sus siglas en inglés) del Departemento del Tesoro de Estados Unidos.
Cuando el choque de temperaturas es muy grande (como ocurre por culpa de los fenómenos El Niño y La Niña) la fuerza del viento se vuelve intensa y provoca un ciclón extratropical, más fuerte que una tormenta tropical.
La intensidad de la tormenta depende de su distancia con los trópicos, pues cuanto más se aleja más intensa se vuelve. Sin embargo, el factor principal que determina esto es la diferencia de presión atmosférica provocada por la interacción entre calor y frío.
Los ciclones extratropicales son relativamente poco comunes, y por ello no hay mucha información respecto a ellos. Para resolver esto se aplican nuevas técnicas de medición de la velocidad del viento en relación con los grados centígrados que miden los termómetros.
La diferencia principal entre un ciclón tropical y uno extratropical está en el núcleo: en el primer caso, el centro de la tormenta está caliente, y en el segundo está frío.
Así se vive el ciclón extratropical:
Esta particularidad provoca efectos importantes, como que un ciclón tropical genera ráfagas de viento más rápidas a ras de suelo, mientras uno extratropical las presenta a unos 12 kilómetros de altura, según datos de NORA.
SNGZ