Hijos de las 680 personas que fueron arrestadas el miércoles en una masiva redada de la oficina estadunidense de migración (ICE) en Misisipi, Estados Unidos, pasaron la noche en un gimnasio con la ayuda de los vecinos.
En la mañana del miércoles, los elementos de migración ejecutaron siete redadas en plantas de procesamiento de comida en seis ciudades de Misisipi. Cerca de 680 migrantes sin documentos fueron enviados en autobuses a centros de detención. Algunos serán deportados, otros serán liberados con brazaletes en el tobillo.
Al salir de la escuela, sus hijos descubrieron que sus padres ya no estaban. Según reportó la televisora local WJTV, vecinos y extraños se ocuparon de ellos y los llevaron a un gimnasio comunitario en Forest, a 80 kilómetros al este de la capital estatal, Jackson.
Fotos y videos muestran niños llorando, tapándose la cara, consolándose entre ellos, sentados en el suelo con un pedazo de pizza sobre una servilleta.
"Gobierno, por favor, muestra que tienes corazón", dijo a las cámaras Magdalena Gómez, de 11 años, con la voz cortada por el llanto. "Necesito a mi papá y mi mami, mi papá no hizo nada, no es un criminal".
Jordan Barnes, el dueño del gimnasio Clear Creek Boot Camp, puso a disposición el local para recibir a decenas de niños, y los vecinos llevaron comida y juguetes.
"Les proveeremos camas y tendrán comida para que puedan pasar la noche", dijo Barnes a WJTV.
El canal informó que los voluntarios lograron enviar a todos los niños que habían sido alojados en este gimnasio a sus casas o a las casas de algunos de sus familiares.
"Estas redadas de ICE están diseñadas para separar a las familias, difundir miedo y aterrorizar a las comunidades", escribió en un tuit la precandidata demócrata Kamala Harris.
El operativo fue resultado de meses de investigaciones, dijeron las autoridades el miércoles en una conferencia de prensa.
"Tienen que respetar nuestras leyes, tienen que venir aquí legalmente o no venir para nada", advirtió Mike Hurst, fiscal del distrito sur de Misisipi.
dmr