La corte suprema de Brasil autorizó este martes la reactivación "inmediata" en el país de la red social X, de Elon Musk, tras más de un mes suspendida acusada de alimentar la desinformación.
"Autorizo el inmediato regreso de las actividades" de X en Brasil, escribió en su decisión el magistrado del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes, después de que X se plegara a todas las exigencias judiciales, incluido el pago de multas.
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Moraes dio 24 horas a la agencia reguladora de telecomunicaciones Anatel para tomar las "providencias necesarias" para hacer disponible el antiguo Twitter en el mayor país de América Latina.
La decisión ocurre al final de una seguidilla de choques entre Musk, que asegura defender la libertad de expresión, y el poderoso magistrado brasileño.
Antes, la compañía tuvo que pagar 28.6 millones de reales (alrededor de 100 millones de pesos) en multas y acatar las órdenes de suspender cuentas acusadas de desinformar, algo a lo que el multimillonario estadunidense se resistió en varias oportunidades.
El acceso a la antigua Twitter fue vetado en el país el 30 de agosto por orden de Moraes, que acusó a la red de desobedecer órdenes de retirar cuentas ligadas a movimientos ultraconservadores y al bolsonarismo en Brasil y señaladas por desinformación.
El juez también ordenó a la plataforma, con 22 millones de usuarios en Brasil, nombrar a un representante legal en el país, exigencia que fue asimismo acatada.
"Dictador malvado"
El "apagón" de X en Brasil tuvo sin embargo una momentánea excepción.
El 18 de septiembre, la red social volvió a estar ampliamente accesible gracias a una maniobra que le permitió eludir el bloqueo.
X recurrió a la empresa de ciberseguridad Cloudflare para ir cambiando de dirección (IP), lo que impidió a las autoridades identificar su paradero en internet.
Pero ante la nueva pena impuesta por Moraes, una multa de 5 millones de reales (alrededor de 100 millones de pesos) por cada día de actividad en el país, la plataforma dio marcha atrás y volvió a estar inaccesible.
Moraes y Musk sostienen una pulseada en torno a los límites de la libertad de expresión y la regulación de las redes sociales.
Tras la suspensión de X, Musk acusó al juez de "dictador malvado".
Moraes, por su parte, señala a la plataforma de permitir la propagación de información que atenta contra la democracia.
"Por encima de la ley"
Ante la reciente Asamblea General de la ONU, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva volvió a alinerase junto a Moraes, al asegurar que el Estado no debe "intimidarse ante individuos, empresas o plataformas digitales que se creen por encima de la ley".
Con más de un celular por habitante, Brasil es uno de los países más conectados del mundo. Tras la suspensión de X, parte de sus usuarios empezaron a migrar hacia plataformas menores, como Threads y Bluesky.
Pero hasta ahora estas no consiguieron calar de una forma tan multitudinaria como la red de Musk.
aag