Por primera vez desde el 2019, la reina Isabel II presenció la carrera de caballos de Royal Ascot, en Berkhire, Inglaterra, aunque este año no lo ha seguido en directo desde su comienzo, al igual que la edición 2020, cuando se disputó a puerta cerrada por la pandemia de coronavirus.
La monarca, de 95 años, que solía ser una visitante habitual de este evento, llegó al Royal Ascot a las 13:00 horas en un automóvil beige, con un atuendo en tonos verde lima y sombrero a juego.
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La reina, quien enviudó el 9 de abril tras fallecimiento del duque de Edimburgo, fue fotografiada muy sonriente y saludando a los asistentes, que la recibieron con aplausos.
Los caballos de la reina, de nombre "Reach For The Moon", "Tactical", "Light Refrain" y "King's Lynn" tenían que competir esta tarde.
Las carreras hípicas de Royal Ascot, famosas mundialmente en parte por los llamativos sombreros de los asistentes, terminan hoy con la asistencia de unas 12.000 personas, lo que ha sido posible gracias a que el hipódromo participa en un programa piloto del Gobierno para organizar de forma segura frente a la covid acontecimientos multitudinarios.
La soberana es una "fanática" de las carreras de caballos y cada mañana lee el diario especializado "Racing Post" para identificar a los sementales con más potencial a fin de mejorar sus establos reales, según reveló esta semana el director de éstos, John Warren.
FLC