Reino Unido niega inmunidad a rey emérito Juan Carlos, demandado por su ex amante

La decisión se dio en el marco de una demanda de acoso cursada por su ex amante Corinna zu Sayn-Wittgenstein en Londres.

La embajada del Reino Unido en México busca a una mujer que luche contra la violencia de género. (Unsplash)
José Antonio López y AFP
Mdrid /

La justicia británica rechazó el jueves la petición de inmunidad presentada por el rey emérito de España, Juan Carlos I, en el marco de una demanda de acoso cursada por su ex amante Corinna zu Sayn-Wittgenstein en Londres.

La noticia mantiene en silencio a la Casa Real española. Y es que con ella el rey Felipe VI tiene muchas posibilidades de sentarse en el banquillo.

La defensa de Juan Carlos de Borbón aseguró en diciembre ante la Alta Corte inglesa que este disponía de inmunidad en su calidad de "miembro de la familia real española".

Su abogado, Daniel Bethlehem, argumentó que, en virtud de la ley británica de inmunidad del Estado de 1978, el rey emérito no podía ser juzgado por los tribunales británicos y cualquier acusación en su contra debía presentarse ante la justicia española.

Pero el juez Matthew Nicklin se pronunció el jueves en su contra, considerando que "cualquiera que sea el estatus del acusado en la ley y la constitución española, ya no es 'soberano' o 'jefe de estado' con inmunidad personal".

Además, "la reclamación de la demandante se basa en una conducta de acoso" y "tales actos no entran dentro de la esfera de la actividad gubernamental o soberana".

Esto permite que Corinna zu Sayn-Wittgenstein, también conocida por su nombre de soltera Corinna Larsen, siga adelante con su demanda civil.

"La sentencia de hoy demuestra que el acusado no puede esconderse detrás de ninguna posición, poder o privilegio para evitar esta causa", se congratuló Robin Rathmell, abogado de la demandante.

"Este es el primer paso en el camino hacia la justicia; los espantosos hechos de este caso serán finalmente llevados ante un tribunal", agregó.

La próxima audiencia está prevista para el 29 de marzo.

Juan Carlos I, de 84 años, abdicó en 2014 en favor de su hijo Felipe VI, a raíz de una serie de escándalos que comenzaron en 2012 con una cacería de elefantes en Botsuana, adonde viajó justamente acompañado por Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una empresaria danesa divorciada de un príncipe alemán.

Posteriores revelaciones de esta examante sobre presuntas malversaciones por parte de Juan Carlos acabaron llevando al rey emérito a exiliarse en agosto de 2020 a los Emiratos Árabes Unidos.

Allí vive desde entonces, alejado de la vida política española y despojado tras su abdicación de la protección legal que gozaba en España desde que fue nombrado jefe de Estado en 1975, tras la muerte del dictador Francisco Franco que lo había designado como su sucesor.

Alabado internacionalmente durante décadas y respetado a nivel nacional por haber ayudado al retorno de la democracia al país, en los últimos años Juan Carlos ha visto su popularidad caer en picado.

Exonerado en España

A principios de este mes de marzo, la Fiscalía General del Estado español anunció que el rey emérito no será investigado, luego de ordenar el archivo de tres investigaciones en las que el padre de Felipe VI estaba involucrado.

No obstante, la investigación, dirigida por el fallecido teniente fiscal del Supremo confirmó que el monarca lucró con fondos ajenos a sus retribuciones institucionales.

Esa conducta, no obstante, fue realizada en su mayor parte antes de junio de 2014, cuando Juan Carlos I abdicó la corona y, por ello, está cubierta por la inviolabilidad. Este privilegio, actualmente en cuestión en amplios sectores jurídicos, sociales y políticos españoles, permite la irresponsabilidad penal de quien ostenta la jefatura del Estado y la Fiscalía entendió, tras un análisis constitucional de la figura, que se extiende a todas sus actividades, tanto públicas como privadas.

Por este motivo, la Fiscalía llegó a la conclusión de que el rey emérito no podía ser perseguido penalmente por los 65 millones de euros que le donó, en 2008, el fallecido rey saudí Abdalá y que ocultó en Suiza bajo la cobertura de la Fundación Lucum. El entonces jefe del Estado entregó esa cantidad en 2012 a su examante.

Juan Carlos de Borbón se marchó a los Emiratos Árabes en agosto de 2021 y hace dos semanas confirmó que allá residirá, aunque subrayó que visitará puntualmente a España. La Casa Real Española, como es habitual en todo lo que se refiere al emérito, se mantiene en silencio.

La denuncia contra el rey emérito

Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 58 años, dice haber sido amante del entonces monarca entre 2004 y 2009 y denuncia que, tras su ruptura, fue espiada y se vio acosada por orden del ex jefe de Estado, acusaciones que este niega "en los términos más enérgicos".

En documentos judiciales aseguró que este le regaló "obras de arte, joyas y obsequios financieros", incluidos pagos por valor de unos 65 millones de euros (73 millones de dólares) en junio de 2012.

Pero afirma que Juan Carlos intentó reanudar su relación y, cuando ella lo rechazó, el ex soberano emprendió un "patrón de conducta equivalente al acoso".

"Exigió la devolución de los regalos", fue "amenazante" y "posteriormente llevó a cabo u organizó una serie de actos de vigilancia encubierta y abierta", según la demanda, que señala la participación de miembros de los servicios secretos españoles.

Para el juez Nicklin, "los actos de vigilancia alegados por la demandante, si fueron realizados por agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), podrían gozar de inmunidad estatal, pero el Estado español no ha reclamado dicha inmunidad y no está claro qué papel preciso desempeñaron los agentes del CNI en los en los supuestos actos de acoso".

Zu Sayn-Wittgenstein denuncia que durante una reunión en el Hotel Connaught de Londres el 5 de mayo de 2012, un "agente o asociado" del exmonarca se mostró "amenazante" hacia ella y sus hijos.

Y asegura que el encuentro coincidió "con el allanamiento de sus apartamentos en Mónaco y en Villars, en Suiza, donde fue dejado sobre una mesa un libro sobre la muerte de la princesa Diana".

La empresaria denuncia también "entradas ilegales y daños criminales, como la perforación de un agujero en la ventana de su dormitorio mientras dormía por la noche en su casa en Shropshire", en el noroeste de Inglaterra, el 21 de junio de 2017, y disparos a las cámaras de seguridad de su entrada el 14 de abril de 2020.

Tras denunciar estos ataques a la policía, Corinna reclama ahora a Juan Carlos "daños personales", por el "gran dolor mental, alarma, ansiedad y angustia" que dice haber sufrido.


LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.