El ataque del grupo Estado Islámico (EI) contra una prisión en el noreste de Siria y los combates entre yihadistas y fuerzas kurdas dejaron 332 muertos desde el 20 de enero, reveló hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), siendo una cifra que se da a conocer tras los intensos enfrentamientos de ayer.
El sábado se produjeron enfrentamientos esporádicos entre kurdos respaldadas por las fuerzas estadunidenses, e integrantes del EI que escaparon, cerca de la prisión de Ghwayran, donde se encontraban recluidos al menos 3 mil 500 yihadistas de diferentes nacionalidades, según la organización no gubernamental.
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El OSDH informó que el ataque, el más importante del EI desde su derrota hace tres años, y los combates que siguieron, dejaron muertos a 246 yihadistas, 79 miembros de las fuerzas kurdas y siete civiles.
El aumento de la cifra de muertos desde el anterior balance se debió al descubrimiento de nuevos cadáveres durante el barrido que están realizando las fuerzas kurdas en los edificios de la prisión y sus alrededores, que está en una zona bajo el control de la administración semiautónoma kurda, de acuerdo con el OSDH.
Rahman dijo que el balance podría aumentar porque hay varios kurdos heridos tras los hechos. Además, afirmó que, con base en "informaciones confirmadas", se descubrieron 22 cuerpos, que aún no han sido identificados por las autoridades.
El portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, dominadas por los kurdos), Farhad Shami, aseguró que los cuerpos serán enterrados en sectores "aislados" controlados por las fuerzas kurdas.
Las fuerzas kurdas retomaron el control de la prisión y cientos de yihadistas, entre presos que huyeron y atacantes, se rindieron o fueron detenidos, según el OSDH.
Pero decenas de miembros del EI siguen atrincherados, sobre todo en la parte norte de la prisión, "difícil de atacar desde el aire o de acceder por tierra", según el Observatorio.
Shami advirtió que si no se rendían, las fuerzas kurdas considerarían una solución "militar".