Rusia acusó a Estados Unidos de llevar a cabo trabajos preparatorios en un centro de pruebas nucleares de Nevada, pero afirmó que Moscú no reanudaría su propio programa a menos que Washington lo haga.
Los comentarios del viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, se dan en un contexto en el que la Cámara Baja del Parlamento ruso estudia urgentemente la forma de revocar la ratificación por Moscú de un tratado histórico que prohíbe las pruebas nucleares y en el que la tensión con las potencias occidentales se encuentran en su nivel más alto desde la crisis de los misiles cubanos de 1962.
Un ensayo nuclear estadunidense o ruso podría animar a otros como China a seguir su ejemplo, iniciando una nueva carrera armamentística nuclear entre las grandes potencias, que detuvieron las pruebas atómicas en los años posteriores al colapso de la Unión Soviética en 1991.
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"Los indicios apuntan a que hay o ha habido, al menos hasta hace poco, trabajos (preparatorios) en el Centro de Pruebas de Nevada", dijo Ryabkov, que citó a la agencia estatal de noticias TASS.
Estados Unidos realizó sus últimas pruebas en 1992 y la Unión Soviética en 1990. La instalación a la que se refirió Ryabkov está situada en una vasta extensión de desierto donde se han detonado cientos de explosiones nucleares desde 1951.
"Si siguen por este camino (el de las pruebas), entonces se desencadenará la postura declarada por el presidente de la Federación Rusa: que nos veremos obligados a reflejar esto también. Es entonces cuando se plantea una situación completamente diferente, pero la responsabilidad de que se plantee o no recae en Washington".
aag