El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció el próximo despliegue de armas nucleares "tácticas" en Bielorrusia, país aliado de Moscú y limítrofe con Ucrania y países de la Unión Europea (UE).
Putin ya había amenazado previamente con el uso de armamento nuclear en Ucrania, lo que reavivó temores de la Guerra Fría.
Además, el mandatario ruso amenazó con ordenar el uso de obuses de uranio empobrecido en Ucrania si el país recibe ese tipo de armas de Occidente, después de que una alta responsable británica mencionara esa posibilidad.
En una entrevista difundida por la televisión rusa, Putin declaró: "Aquí no hay nada inusual: Estados Unidos ha estado desplegando armas nucleares tácticas en el territorio de sus aliados durante décadas. Nosotros hemos decidido hacer lo mismo".
El presidente ruso afirmó que ya contaba con la aprobación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, y que diez aviones estaban listos para usar este tipo de armas sin violar acuerdos internacionales de no proliferación nuclear.
Además, Putin precisó que Rusia ya había entregado a Bielorrusia un sistema Iskander de misiles balísticos con capacidad de cargar ojivas nucleares.
Rusia empezará a entrenar tripulaciones el 3 de abril y planea terminar la construcción de una instalación de almacenamiento especial para armamento nuclear táctico el 1 de julio.
Es importante destacar que Bielorrusia tiene fronteras con Letonia, Lituania y Polonia, tres países de la UE y de la OTAN.
Las armas "más dañinas"
En relación a los obuses de uranio empobrecido, Putin destacó que Rusia cuenta con un arsenal considerable de ese tipo de armas.
"Rusia, por supuesto, tiene la capacidad de responder. Disponemos, sin exagerar, de decenas de miles de ese tipo de obuses. Por el momento no los hemos usado", declaró el presidente ruso.
El lunes pasado, la viceministra británica de Defensa, Annabel Goldie, anunció que su país planea entregar obuses "con uranio empobrecido" a Ucrania, ya que son "muy eficaces para destruir tanques y vehículos blindados modernos".
La organización británica Campaign for Nuclear Disarmament, que lucha contra la proliferación nuclear, advirtió al día siguiente que el uso de estas municiones implicaría un "desastre medioambiental y sanitario adicional para quienes están en el centro del conflicto" en Ucrania.
Es importante mencionar que el uso de municiones de uranio empobrecido implica riesgos tóxicos para los militares y la población de las zonas donde se usan.
Putin reiteró que Rusia responderá en caso de que se entreguen estas armas. Se trata de armas que "pueden ser consideradas las más dañinas y peligrosas para los seres humanos (...) y para el medio ambiente", subrayó.
Amenaza nuclear acentuada
La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), ganadora del Premio Nobel de la Paz, alertó el mes pasado que el riesgo de uso de armas nucleares se acentuaba con la prolongación del conflicto en Ucrania, iniciado hace ya trece meses.
En febrero, Putin suspendió la participación de Rusia en el tratado de desarme nuclear Nuevo START que había firmado con Estados Unidos, y acusó a los países occidentales de "avivar" el conflicto en Ucrania.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, lamentó esa decisión y recordó que se trataba del último acuerdo bilateral entre Rusia y Estados Unidos en materia de desarme nuclear. "Más armas nucleares y menos control de armas hacen que el mundo sea más peligroso", afirmó.
Rusia ya había suspendido en agosto las inspecciones de sus sitios nucleares por Estados Unidos, previstas por el tratado Nuevo START.
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, anunció el sábado que visitará la próxima semana la central eléctrica ucraniana de Zaporiyia, en el sureste del país, que según él se encuentra en una situación "precaria".
Se trata de la segunda visita de Grossi a la planta, la mayor de Europa, desde la ocupación de sus instalaciones por tropas rusas al inicio del conflicto. El objetivo de la visita es "evaluar directamente la gravedad de la situación de seguridad nuclear en el sitio", afirmó.
MO