Rusia exigió hoy la rendición de Ucrania como única forma de poner fin al conflicto, al día siguiente de un bombardeo que causó 18 muertos, denunciado por el G7 de las principales potencias occidentales como un "crimen de guerra" en medio de la situación que lleva más de cuatro meses en ese territorio.
Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que "la parte ucraniana puede poner fin (al conflicto) en el día de hoy. Hay que ordenar a las unidades nacionalistas que depongan las armas, hay que ordenar a los soldados ucranianos que depongan las armas y hay que aplicar todas las condiciones fijadas por Rusia".
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"Entonces todo terminará en un día", zanjó.
Pero el bombardeo ruso que mató el lunes a al menos 18 personas en un centro comercial en Kremenchuk (centro) pareció en cambio avivar la determinación ucraniana.
Es "uno de los actos terroristas más descarados de la historia europea", denunció el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que pidió que Rusia sea designada como "Estado patrocinador del terrorismo".
"Los ataques indiscriminados contra civiles inocentes constituyen un crimen de guerra", señalaron por su lado los mandatarios del G7, reunidos en Alemania.
Rusia desmintió los hechos y aseguró que el lugar, en desuso, se incendió tras haber bombardeado un depósito de armas cercano.
Según el ejército ucraniano, el local fue alcanzado por misiles disparados por bombarderos de largo alcance Tu-22 desde la región rusa de Kursk.
El edificio estaba destruido y calcinado en gran parte, constató un periodista de AFP. En lo alto, quedaron colgadas y a medio calcinar algunas de letras verdes del nombre del centro comercial.
"18 muertos..., mi más sincero pésame a las familias y los allegados. Los rescatistas siguen trabajando", dijo el jefe interino de la administración regional de Poltava, Dmitry Lunin.
Cuatro grúas limpiaban los escombros. El aparcamiento se transformó en una zona de urgencia, donde trabajaban socorristas y bomberos.
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas analizará a partir de hoy los recientes bombardeos rusos contra objetivos civiles en Ucrania.
OTAN considera que Ucrania sufre "brutalidad"
Ucrania está sufriendo "una brutalidad nunca vista en Europa desde la Segunda Guerra Mundial", lamentó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el primer día de cumbre del bloque en Madrid.
"Rusia no puede ni debe ganar" el conflicto y las sanciones en su contra se mantendrán "tanto tiempo como sea necesario", reiteró el presidente francés, Emmanuel Macron, al término del encuentro del G7.
Los países occidentales, liderados por Estados Unidos, prometieron estrechar el cerco a Rusia.
Los dirigentes del G7 --Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Canadá-- acordaron desarrollar un mecanismo de limitación del precio del petróleo ruso, para impactar una fuente importante de ingresos de Moscú.
También podrían actuar sobre los derechos de aduana de productos rusos.
El objetivo es "aumentar" el coste de la guerra para Moscú, resumió el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz. El G7 también prometió participar en la reconstrucción de Ucrania.
Como respuesta a las sanciones, Rusia prohibió la entrada a su territorio a 25 estadounidenses, entre ellos Jill y Ashley Biden, esposa e hija del presidente de Estados Unidos.
Pese al arsenal de medidas contra la economía rusa, el Kremlin aseguró que no había "ninguna razón" para hablar de un cese de pagos de Rusia.
Las autoridades rusas reconocieron, sin embargo, que debido a las sanciones, dos pagos no llegaron a los acreedores antes de la fecha límite del domingo. Para la agencia de calificación Moody's esto constituye un situación de impago.
Estados Unidos anunciará el miércoles, durante la cumbre de la OTAN, refuerzos "a largo plazo" en Europa, mayoritariamente concentrados en el flanco este, fronterizo con Rusia, dijo el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan.